Remontémonos en el tiempo al final de la temporada 2011/12 y la final de la Taça de Portugal, con el Sporting de Portugal como favorito ante otro clásico como la modesta Académica de Coimbra. Aquel partido, además de una dolorosa derrota para los ‘leones’, supondría un giro radical en la moral de un equipo que había dado algunas señales que indicaban que podría volver a ocupar su lugar en el fútbol luso de la mano de Ricardo Sá Pinto.

Nada más lejos de la realidad, llegó el verano y la planificación de la temporada se reveló con un horrible en un inicio de 'época' que dejó a los sportinguistas fuera de la lucha por cualquier título. En un club lleno de problemas institucionales se produjeron demasiados cambios en poco tiempo, de Sá Pinto se pasó a Jesualdo Ferreira después de haber probado con Oceano Cruz y Vercauteren. Además de una espantada completa de la directiva y programación de elecciones.

De Carvalho presenta la alternativa

En esa tesitura, el ahora técnico del Braga lavó la cara del equipo y tiró de un equipo B que hasta el momento se imponía en la Segunda Liga con una camada muy prometedora. El rumbo del equipo cambió y el final de temporada 2012/13 volvía a ser alentador, pues además había llegado un nuevo presidente que parecía tener la ideas claras. Bruno de Carvalho quería devolver a “su Sporting” al lugar que merecía por historia.

Jesualdo Ferreira en el banquillo con Bruno de Carvalho en el partido ante el Benfica. (Foto: LUSA)

Sin embargo, acabó la temporada y el artífice del cambio anunciaba que se iba, lo que hizo que muchos ‘adeptos’ verdes se resignaran a su suerte y pensasen en otra temporada para el olvido. Lo que la afición del Sporting no sabía era que su nuevo presidente tenía un plan y lo iba a llevar a cabo. Él y su equipo se tomó el tiempo necesario para decidir quién dirigiría al “león” que volvería a la cima y para ello eligieron a Leonardo Jardim, hombre de sobrada trayectoria y algunos buenos resultados tanto en Portugal como en Grecia.

Es un peligro constante para los rivales Por otro lado, Bruno de Carvalho se presentó en su primer verano como un negociador serio y se vio en él a un presidente que no iba a permitir que ningunearan al club. Había problemas económicos, sí. Pero eso no iba a dejar que cualquiera viniera se llevara a precio de saldo a los pesos pesados del vestuario, por ello se explica que el capitán Rui Patrício no saliera del Alvalade. Si alguien quería negociar, primero debía poner 15 millones sobre la mesa y entonces podrían comenzar las conversaciones.

A este factor se le junto el buen sentido a la hora de fichar jugadores y organizar la temporada, realizando algunas contrataciones que han terminado por ser deslumbrantes y propias de equipos como el Oporto. Como Fredy Montero, que ha llegado desde Estados Unidos en una cesión con opción de compra que el propio presidente ha confirmado que se ejecutará.

Un comienzo para soñar

Curiosamente, en pretemporada el equipo no dio muestras de estar en condiciones de jugar con los grandes, ante los cuales tuvo malas prestaciones y recordaba al equipo errático de la campaña anterior. Pero Jardim también tenía un plan, el fútbol de siempre volvería a la primera plana del fútbol luso y el césped del José Alvalade XXI sería testigo de ello.

Las primeras pinceladas se verían ante el novato Arouca, que se estrenaría en la Primeira Liga adelantándose en el marcador para acabar sucumbiendo ante el poderío que mostraría el Sporting. Un 5-1 que podía deberse a un partido aislado, pero que después de once jornadas se ha confirmado que el equipo ‘leonino’ está de vuelta y lo ha hecho desplegando un juego de otra época hasta llegar al primer lugar en que se encuentra ahora.

Alternativas en el juego

El equipo de Leonardo Jardim es un peligro constante para los rivales, se trata de un conjunto que manda en el juego y al que es muy difícil hacerle ocasiones de gol. Adrien por fin ha dado el paso al frente en su crecimiento que se esperaba hace unos años y es el creador de juego indiscutible del equipo. Junto a él se sitúa William Carvalho, revelación de la Liga y ya internacional absoluto en la ‘Seleção’. Una pareja de 24 y 21 años respectivamente que normalmente encuentra en André Martins (23 primaveras) la conexión con la zona ofensiva.

Zona ofensiva que solo tiene al goleador Montero como fijo y de momento ha visto como Capel, Carrillo y Wilson Eduardo se alternaban en las bandas. Una media de edad baja del medio del campo en adelante, que aúna calidad para realizar las jugadas que generen huecos en la defensa rival y que además se sienten cómodos en el juego con espacios. Porque el juego a la contra es otro recurso del que tira este Sporting cada vez que surge la oportunidad y que lo hace peligroso hasta cuando no manda en el partido.

Contará con más frescura Y si el ataque se ha convertido en temible, la defensa es un entramado sólido que hace que tras mucho tiempo Rui Patrício no sea el gran protagonista del equipo. Pese a haber tenido algún error en lo que va de temporada su nivel sigue siendo notable y en líneas generales ha estado ahí cuando su equipo lo ha necesitado. Por delante, Rojo y Maurício son un seguro, que además se suman al ataque en las acciones a balón parado para añadir otra dosis de terror en el área rival. Los dos centrales y William generan goles y peligro en este tipo de jugadas, lo que amplía las posibilidades de anotar de un equipo que ha demostrado poder hacerlo desde cualquiera de las tres situaciones principales del juego: a partir de la posesión, al contragolpe y en jugada ensayada.

Igualmente, los laterales Cédric y Jefferson continúan su crecimiento al tiempo que lo hace un equipo que si bien puede haber alcanzado su techo en esta temporada, contará con más frescura en el tramo importante de la temporada al no estar en competiciones europeas. Aspecto que puede ser importante para mantener el nivel exhibido en este primer tramo y que le distingue, positivamente esta vez, de sus dos rivales por el título.