Jorge Jesus sacó al terreno del Estadio Capital do Móvel un equipo muy parecido a lo que regularmente viene presentando. Aunque existía una gran diferencia, no estaba el alma del equipo, faltaba Enzo Pérez.

El Benfica llegaba a Mata Real con la preocupación del estado del terreno, el cual estaba en malas condiciones debido a las lluvias que han caído en los últimos días sobre todo el territorio portugués. A pesar de esto, el encuentro comenzó con poca intensidad, ambos equipos tenían muchas imprecisiones en la medular y no se generaban jugadas ofensivas.

Henrique Calisto había dado la orden de esperar atrás, ejercer mucha presión en el centro del campo y con la velocidad de Bebé, Del Valle y Fernando Neto conseguir hacer estragos en la defensa encarnada. En algunos momentos del juego consiguieron ejecutar la formula indicada por su estratega, pero pocas veces los remates generaron peligro real al arco defendido por Oblak.

El Benfica fue consiguiendo su juego a partir de la mitad del primer tiempo. Rúben Amorin se soltó en el medio del campo, dejando las tareas más defensivas a Fejsa, mientras que el medio portugués comenzó a circular el balón con mayor precisión y rapidez. A pesar de esto se llegó al descanso con el marcador a cero.

En el segundo tiempo llegan los goles

Jorge Jesus seguramente habló alto y claro en el vestuario al descanso y la charla dio sus frutos. El Benfica salió con otra actitud en la segunda mitad, con la intención de marcar un gol pronto y así evitar los nervios de los minutos finales con marcador igualado.

Un tiro de esquina favorable a los encarnados por la derecha y cobrado de forma rápida, dejó desordenada a la defensa local y esto lo aprovechó Rúben Amorin, quien envió un centro certero a la cabeza de Garay y el central argentino abría el marcador (0-1, min.53). Delirio para los miles de fanáticos benfiquistas que abarrotaron las gradas del Capital do Móvel.

Con el gol de Garay volvieron a bajar un poco las revoluciones encarnadas, pero el Paços de Ferreira hacía poco o nada en ataque, llegó a estar más de 30 minutos sin realizar ningún disparo a la portería de Oblak. Eso ya dice mucho.

El DT encarnado realizó una modificación después del gol. Sulejmani entró en el lugar de Nico Gaitán, quien se perderá el próximo juego de liga frente al Vitória de Guimaraes por acumulación de tarjetas, al igual que Maxi Pereira.

Minutos después de la sustitución llegó la estocada de las águilas. Nuevamente Rúben Amorin robó un balón en el centro del campo, el balón le llega a Rodrigo, que de manera aparatosa logra darle un pase a Markovic y el serbio con gran velocidad se planta en el área de Degra y define con un derechazo al primer palo imparable. Estaba finiquitado el encuentro (0-2, min.67).

Minutos antes del gol de Markovic, el preparador de los castores dio entrada a Minhoca para intentar darle mayor presencia ofensiva a los locales, pero no sirvió de nada. Con el 0-2 los lisboetas supieron mantener el resultado sin sobresaltos.

Victoria justa para los de Jorge Jesus, que incluso se dio el lujo de dar descanso a jugadores claves para el encuentro frente al PAOK, correspondiente a los dieciseisavos de final de la Europa League. Mientras que en el campeonato local los encarnados siguen con la senda victoriosa, con 4 puntos de ventaja sobre el FC Oporto y 5 puntos sobre el Sporting.

Los goles del encuentro (Garay, 0-1 y Markovic, 0-2):