El Sporting visitaba el Estadio Municipal 25 de abril, un recinto con una entrada bastante positiva para la siguiente cita, con el motivo de enfrentar al Penafiel por la séptima jornada de la Primeira Liga en donde se ubicaba hasta la fecha en el 4to lugar de la clasificación, mientras que el equipo de casa con 4 unidades buscaba levantar cabeza.
De arranque iba a sorprender Marco Silva dejando a Adrien en el banco, pieza fundamental en las filas leoninas, esto para darle lugar a André Martins que regresaba al 11 inicial y Joáo Mario que repetiría tras haber jugado ante el Porto. Jefferson recuperaría su lugar en la lateral izquierda después de la sorpresiva aparición de Jonathan. Paulo Oliveira, central ex-Penafiel, también sería novedad en la saga acomáñando a Sarr haciendo su debut como titular.
La visita sin puntería en el primer tramo
No era ni el mejor ni el peor comienzo de partido para los de Lisboa, los pupilos de Rui Quinta se defendían bien y aprovechaban al contra ataque los errores de los visitantes en el retroceso, se vió a un Nani bastante activo junto a un Slimani que cubría bien el esférico a la espalda de los defensores como es habitual, pero ninguna de las aproximaciones lograron hacer el daño suficiente, y mientras que el Sporting perdonaba el Penafiel estuvo muy cerca de adelantarse con un grave error de Sarr que peinó mal la pelota y Guedes mano a mano con Rui Patrício desaprovechó.
El conjunto leonino había encontrado la receta, pero no conseguía ponerla en práctica. Las subidas de Cédric y Jefferson por ambas bandas fueron un peligro constante para el equipo local tanto en el primer tiempo como en el resto del partido, sabía el Sporting que las carencias del rival se encontraban por las bandas pero no pudieron sacarle provecho y llegaba el descanso con el marcador intacto.
Los ingresos de Adrien y Montero, claves
No se vió mucha diferencia con respecto a la primera mitad en el arranque del tiempo complementario, la misma idea, sólo que con un equipo visitante más ofensivo que con el pasar de los minutos adelantaba más sus líneas, aumentaba el pressing en tres cuartos de cancha y se volcaba en busca del primero. Fue entonces cuando el DT sportinguista movió fichas dandole ingreso a Adrien para ganar mitad de campo y a Montero.
El colombiano no anotaba desde diciembre, casi un año, concretamente 8 meses y 300 días sin ver portería, Fredy sabía que el partido estaba dado y que hoy era el día para acabar con la mala racha.
Acierto total del joven entrenador de 37 años, dichos movimientos le cambiaron la cara en ataque al Sporting y poco después, al minuto 69, el argelino Slimani abriría la lata tras varios intentos fallidos de cara a portería.
Se abrió la cuenta y se dió un festín
Era lo que le hacía falta al cuadro verde-blanco, el gol. Luego de esto, fue un festival. A solamente dos minutos de haber pasado el primer grito de gol, el propio Islam Slimani entonaría el segundo dejando sin oportunidad a los dirigidos por Rui Quinta, que ya sabían que lo peor estaba por venir todavía, de aquí en adelante fue un monólogo total del Sporting. El número 9 de los que en el partido vestían de amarillo, habría anotado su primer doblete con esta camiseta.
Y Montero acabó con el maleficio
La fiesta estaba completa, finalmente, y como todos los aficionados de José Alvalade esperaban desde hace mucho, Fredy Montero marcaría para dictar la goleada y darse un alivio reencontrandose con todo lo que buen delantero necesita para estar tranquilo y contento. Ya el agente del colombiano lo había dicho hace poco: "Dentro de poco volverá a marcar"... Y así fue.
Aún faltaba un detalle más, faltaba el tanto del hijo prodigo, Nani con una espectacular vaselina para batir a Haghighi ponía la guinda del pastel para que el Sporting se llevará los 3 puntos a casa.
Con esta victoria el Sporting queda ubicado en el tercer puesto de la tabla con 13 puntos, a la espera de lo que ocurra mañana con el Porto ante el Braga, mientras que el Penafiel se hunde en el penúltimo lugar con tan sólo 4 puntos.