No es la primera vez que el Benfica, vigente campeón y que es, además, el líder de la competición, sufre la pérdida de los jugadores que más han destacado en el equipo esa temporada. Lo de esta temporada ha sido para estudiarlo, ya que hasta ocho jugadores, seis titulares de su "once tipo" (Oblak, Garay, Siqueira, Matic, André Gomes, Cardozo, Rodrigo y Markovic) han dejado de formar parte del conjunto encarnado. Pero como no es la primera vez que ocurre, los dirigentes de las águilas siguen confiando en un Jorge Jesus muy activo y polémico en sus últimas apariciones ante la prensa, ya que no es la primera vez que tiene que rehacerse después de un verano de grandes ventas.

En una entrevista concecida al diario portugués Record el pasado 11 de octubre, el técnico encarnado habla de fútbol, de sistemas y de formación, del esfuerzo y de la paciencia que deben tener los jugadores antes de abandonar un equipo porque no juegan o tienen mejores ofertas. También deja una frase, muy de su estilo, acerca de las ventas y de la hipótesis de que no las hubiera. Afirma Jesus que si en tres años de seis el Benfica no vendiese a sus mejores jugadores, optaría a una final de Champions.

Cualquiera podría pensar que a Jesus le pierde la boca, pero una de las grandes virtudes del veterano técnico es la capacidad de convencimiento, los objetivos ambiciosos que se propone. Él no sale a competir, sale a ganar, y transmite ese mensaje a sus jugadores. Después el fútbol coloca a cada uno en su sitio, a veces de forma injusta, pero la famosa mística del Benfica es la victoria, y eso Jesus lo transmite como nadie. Desde luego, en las últimas décadas, nadie se ha identificado tanto con esa idea como él.

Jorge Jesus cumple su sexta temporada en el banquillo encarnado

Probablemente Jesus es el mejor entrenador posible para este equipo que él ha ido construyendo en las últimas temporadas y que cada verano debe remodelar para adaptarse a los “caprichos del mercado”. En Portugal, su figura genera opiniones muy diversas porque a pocos deja indiferente. En las distancias más largas, donde sus gestos, comentarios teñidos con cierta soberbia y sus errores con pronunciación de los nombres de sus propios jugadores pasan desapercibidos a no ser que el Benfica se enfrente a un equipo español, lo que queda son sus números y el estilo tan bonito que tiene el equipo cuando carbura y tiene ese despliegue vertical, dinámico y vistoso para el espectador. A ver qué es capaz de conseguir este año, no por el once inicial que, con algunas lagunas defensivas, todavía mantiene jugadores de nivel, pero cuando se acumulen los partidos y los minutos y haya que echar mano del fondo de armario, ahí sí parece que el Benfica va a sufrir.

Luisão y Jorge Jesus con la Taça de Portugal en Jamor. | Foto: hugogil.pt

Si bien en la Primeira Liga se están cumpliendo los objetivos, al equipo le costando resolver los partidos y ofrece opciones a sus rivales que no han tenido el acierto de aprovechar -hasta ahora sólo han cedido un empate frente a un Sporting que entonces estaba de dulce-, pero en Europa ya no acompañan ni los resultados ni las sensaciones, y aunque aquí fueron ellos quienes tuvieron alguna opción, sus rivales –Zenit y Bayer Leverkusen- estuvieron siempre a un nivel superior.

Una portería definida a última hora y con muchas dudas

Aquí aparece el primero de los problemas del equipo, ya que después de haber tanteado al internacional argentino Romero –que según la prensa sigue con opciones de llegar al Benfica-, y del también internacional griego Karnezis, ex del Granada, finalmente incorporaron a un renqueante Júlio César que apenas ha jugado y no ha estado al nivel exigido.

Se busca denodadamente una alternativa a un irreconocible Artur Soares que en media temporada ha pasado de ser el candado de a Luz a un problema, no sólo por sus errores sino por la inseguridad que transmite a todo el mundo, empezando por su entrenador.

La presencia de Paulo Lopes como tercer portero es meramente testimonial y cuando tuvo que jugar, véase en Champions, no demuestra que tenga el nivel exigido para jugar en el Benfica. Por abajo despunta Bruno Varela, ya internacional sub-21, que tiene condiciones físicas, y muy buenas por cierto, pero técnicamente, de momento, no transmite la seguridad necesaria. Le queda un tiempo en el equipo B antes de dar el salto.

En la defensa se recupera un viejo problema: Luisão y...

El traspaso de Garay por unos ridículos seis millones de euros ha dejado un inesperado agujero en defensa, y su técnico ha intentado cubrirlo de forma bastante lógica con la repesca de Lisandro López, que el año pasado cumplió de sobra en un Getafe bastante discreto, eso sí. Lisandro es un central un poco rígido, que no lento, permaneciendo demasiado en la posición en un equipo que presiona y sale. Y algo no convence a Jesus, ya que el zaguero argentino no ha debutado hasta la jornada siete.

Hasta el momento, el técnico de Amadora ha confiado en el brasileño Jardel, que es un jugador con unas condiciones excelentes pero que tiene la desgracia de estropear sus actuaciones con un error que cuesta un gol, y al máximo nivel eso tiene un precio. El ex de Olhanense siempre ha mantenido un perfil bajo y esta falta de exigencia puede penalizarle a la larga. Del brasileño Cesar, que ha costado tres millones de euros, poco se sabe, quizá resulte un jugador de "cocción lenta" en su adaptación europea o acaba saliendo otro Sidnei que no acabe de explotar.

La venta de Garay ha dejado muchas dudas en el centro de la defensa

Quien no necesita presentación es Luisão. Si hay un pilar en el equipo este es el “giraffa”, pero los años van pasando al igual que sus compañeros en el eje defensivo, y no se puede tener el mismo nivel de exigencia con un jugador que va a cumplir 34 años en el mes de febrero. Al igual que Maxi Pereira en el lateral derecho, empieza a tirar más de recursos, de recorrido oficio y espacio ganado que de físico.

Al “Mono” Pereira le pasa más o menos lo mismo que a su compañero, él siempre está, pero no acaba de tener competencia; André Almeida fue una solución del entrenador que se perpetuó durante un tiempo, incluso en la selección, pero que no o acaba de convencer del todo. Silvio ha estado lesionado tantas veces que apenas ha aportado. Tampoco es Silvio un dechado de virtudes, sí un jugador funcional, pero desde que abandonó el Sporting de Braga no ha completado ninguna temporada al completo.

Por el otro lateral, los problemas son todavía mayores después de la temporada correcta de Siquiera con el águila en el pecho –correcta solamente porque el brasileño ofreció mucho más en Granada y aunque fue de menos a más en Da Luz, tampoco deslumbró-. La solución fue una vieja petición de Jesus, el ex jugador del Málaga, Eliseu, que ha ido trasteando hasta ahora y que ya veremos cómo acaba rindiendo. No hay que olvidar que, una vez más se trata de un volante reconvertido a lateral. En cuanto al hispanosuizo, Loris Benito, nada se sabe de él (dos millones de euros en el limbo, en un caso muy parecido al de Daniel Wass).

Lisandro López (forzaitalianfootball.com)

Las diferencias se marcan en el centro del campo.

Con la salida de Matic al Chelsea en el mercado de invierno de la temporada pasada, el equipo necesitaba desesperadamente un “trinco” (mediocentro defensivo en portugués). Los parches del año pasado fueron precisamente eso, parches temporales, y la lesión de Fejsa no dejó otra solución que acudir al mercado. Después de dilatar mucho esta incorporación, finalmente han invertido diez millones de euros en Andreas Samaris, a priori un fichaje excelente. El año pasado realizó una temporada enorme en Olympiakos y llega a Lisboa con grandes referencias. Hasta ahora ha ido cumpliendo, mejor con balón que sin él, pero debe mejorar ciertos movimientos a la hora de cerrar huecos a su espalda que dejen a los defensas a merced de los rivales. No es lo mismo jugar en Olympiakos que en el Benfica. Aunque se nos vende a Michel como un entrenador ofensivo, Samaris juega en el Benfica como centrocampista de cierre, con dos jugadores por delante, mientras que en Grecia solía tener un compañero al lado, habitualmente el congoleño N'Dinga.

El 'culebrón' Enzo Pérez con el Valencia sigue activo

Mientras no regresa Fejsa, lesionado desde el final de la pasada temporada, y que será una dura concurrencia para el internacional griego -aunque al serbio parece demasiado rígido, le falta soltarse más, iniciar el despliegue con más brío una vez tiene el balón en los pies-, el otro jugador en la parte más atrasada de la medular es Bryan Cristante, fichaje sorpresa del cierre del mercado en Portugal y en Italia. Hasta el momento sólo ha participado en dos partidos, pero en él se tienen depositadas muchas esperanzas. Todavía no está claro si acabará jugando más en el carril del ocho que de mediocentro defensivo, pero de momento es la única alternativa a Samaris. Su fichaje es una buena muestra de que para muchos jugadores llegar al Benfica representa una oportunidad más que interesante.

Quien es absolutamente insustituible es Enzo Pérez, al que el culebrón de su traspaso o no al Valencia –todavía no cerrado del todo- pudo haber despistado un poco al inicio de la campaña, pero que ya parece repuesto y es junto a Luisão el jugador que ha asumido galones en el once. Poco hay que decir de Enzo Pérez, jugador en el que la mano de su técnico se nota, no sólo por recuperarlo después de su mal inicio en el club –cesión de por medio a Estudiantes- sino de reconvertirlo de ser un extremo correcto a un centrocampista de trabajo impagable.

Enzo Pérez. | Foto: publico.pt

El tercer eje de este centro del campo es la gran revelación de la competición hasta el momento, con el permiso de Rúben Neves, el brasileño Anderson Talisca, jugador que llegó siendo un desconocido y que se ha revelado como un baluarte importantísimo de este nuevo Benfica. Para empezar, por sus goles. Además porque es el eje que rompe desde el centro del campo y llega al área con muchísimo peligro, buscando descongestionar las bandas en las que el Benfica suele volcar todo su peligro y ofreciendo una nueva vía de ataque.

Cuando este equipo alcance su mejor forma, ver desplegarse a Talisca junto a los tres de arriba promete ser un espectáculo. En la entrevista ya citada del diario Record del 11 de octubre, Jesus comparaba a Talisca con Rivaldo, lo que da una buena muestra de la opinión que tiene su técnico del jugador.

En las bandas están los jugadores desequilibrantes, Salvio y Gaitán, plenamente asentados en el club y con la misión de ser los que marquen las diferencias. Clase les sobra, sobre todo a Gaitán, y el Toto debe volver a recuperar la brillantez, ya olvidada la grave lesión que lo tuvo en el dique seco parte de la temporada pasada.

Buena parte del éxito del equipo debe pasar por las botas de estos dos jugadores que quizá estén en una segunda fila mediática, más cuando no son internacionales con Argentina a no ser que haya unas cuantas bajas, pero deciden partidos y ahí es donde se distingue a los buenos jugadores de los mejores.

Anderson Talisca está siendo la revelación de la Primeira Liga hasta el momento

Otra de las buenas noticias de este inicio de temporada está siendo Ola John, que parece ir contando poco a poco con la aceptación de su técnico y que está teniendo unas apariciones más que interesantes. Falta ver qué ocurriría jugando desde el inicio y la continuidad que puede darle a su rendimiento; cualidades, físico y clase las tiene, le falta pausa y no obcecarse con el regate cuando hay mejores elecciones (al igual que le sucedía a Nolito, levantar la cabeza y esfuerzo defensivo; el gaditano lo ha aprendido por fin, a ver si al holandés le da tiempo a hacerlo vestido de rojo).

Del resto, Rúben Amorim siempre está en segunda línea y suele cumplir sin que se note mucho una bajada de nivel. No marca las diferencias, pero quizá Jesus debería cuidar un poco más a jugadores de este tipo, que si bien no son nada del otro mundo, hacen una labor de equipo que podría ser mejor aprovechada.

Por otro lado, Pizzi sigue siendo fiel a sí mismo; regate, desborde y bastante talento, pero eso en el fútbol actual no es suficiente cuando está al alcance de un buen número de jugadores que, además, le suman aspectos que el ex del Deportivo todavía no ha demostrado: compromiso, implicación, continuidad en su esfuerzo y trabajo defensivo, como bien recuerdan en Coruña.

Delanteros de rachas a los que juzgarán sus números

Bebé llega al Benfica después de haber sido uno de los grandes flops del United en los últimos años, así lo ha reconocido la prensa inglesa. El año pasado cumplió en su cesión al Paços de Ferreira, como el anterior en el Rio Ave, pero el paso de la clase media de la liga a cualquiera de los grandes no es sencillo y hay que mostrar algo más que buenas maneras para darlo. Probablemente le van a faltar minutos, el propio Jorge Jesus lo ha reconocido, pero es otro elemento al que el técnico de Amadora tratará de pulir, a ver si lo que le vendieron a Ferguson realmente estaba ahí o fue flor de aquel verano. Por cierto, la historia personal de Bebé es digna de una película.

Jonas Gonçalves llega al equipo encarnado con la misión de aportar algo distinto a una delantera a la que le faltaba dinamita. Lima es un jugador de rachas, y ahora está de no quiero. Derlei es un tipo de delantero que tiene mucho trabajo, mucho esfuerzo y aporta muchas cosas poco lucidas aunque valiosas, pero le está faltando el gol y fue fichado para marcarlos, ya que fue el segundo máximo goleador de la Primeira Liga la temporada pasada. Jonas tiene algo especial, olfato para llegar en el momento preciso sin ser un "9" de referencia, y sí tiene maneras para ocupar el vacío dejado por Rodrigo, precisamente su sustituto en Valencia.

Jonas llega para suplir a un Rodrigo imparable

Si cualquiera de sus compatriotas es capaz de acompañarlo o de aprovechar su trabajo, están capacitados para superar los treinta goles que se le suponen a la delantera de un grande, sobre todo con la ayuda de Talisca y de los jugadores de banda.

A Nelson Oliveira, podemos aplicarle lo mismo que a Pizzi. Se le suponen muchas cosas, ha mostrado atisbos de lo que puede llegar a ser, pero ha ido encadenando decepción tras decepción en sus cesiones. Se espera que tarde o temprano exploten, pero se percibe ya cierta impaciencia.

Franco Jara podría aportar cosas si tuviera confianza y estuviese centrado, pero no parece que sea este el caso. O mucho cambia la cosa o se convertirá en un jugador residual con muchas posibilidades de salir en el mercado de invierno.

De lo que viene por abajo, hay que citar a una de las perlas del fútbol portugués, Gonçalo Guedes, un chico que puede ser, por fin, ese delantero que tanto ansía encontrar Portugal si lo dejan crecer alejado de esa obesesión. Para empezar, tiene gol, le falta pulir sus movimientos en la acción ofensiva.

Jonas Gonçalves (globoesporte.globo.com)

En líneas generales, este Benfica está capacitado para lucharle la liga a Oporto y Sporting, sobre todo a los primeros, y a hacer cosas en Europa como en los últimos años, pero da la impresión de que les falta algo en el campo; jugadores de mayor nivel en defensa, sin duda; de momento, un jugador que marque las diferencias, que se eche al equipo a la espalda y tenga la clase que le permita resolver, no pueden dejar esa responsabilidad en manos de Luisão y de Enzo Pérez, porque no les corresponde.