Benfica refuerza el liderato

Sin muchas sorpresas en el Estádio da Luz esta tarde-noche. Se esperaba que Benfica venciera con claridad a Gil Vicente y, aunque el marcador no lo refleja, victoria justa del conjunto local que, al igual que su rival, desaprovechó una gran cantidad de ocasiones de gol que privaron al choque de una tarde goleadora.

Media hora de colapso

Cierto es que Benfica tardó en meterse en el partido. La primera media hora se caracterizó por un juego muy trabado en el centro del campo, donde Gil Vicente estuvo muy cómodo en el terreno de juego, dejando muy pocos espacios atrás e intentando aprovechar espacios al contragolpe.

Gil Vicente sólo aguantó la primera media hora

Los lisboetas, espesos en los primeros compases del encuentro, no tuvieron gran profundidad y, por tanto, prácticamente no gozaron de oportunidades en la primera media hora de encuentro. Hasta que apareció Nico Gaitán. El argentino desatascó por completo el partido. Tras un gran pase desde tres cuartos de cancha, Maxi Pereira, en un mano a mano con Adriano, picó la pelota por encima de Adriano, pero su gran definición se fue al poste. Sin embargo, el siempre listo Gaitán estuvo atento al rechace para marcar a placer en segunda instancia.

A partir de ahí, Benfica se convirtió en dueño y señor del partido y anuló por completo las aspiraciones de los visitantes en lo que restó de la primera mitad. Jonas tuvo en su cabeza el 2-0 tras un libre directo sacado desde la derecha, pero su remate se marchó desviado.

Querer y no poder en la segunda mitad

La mala fortuna quiso que el encuentro no tuviera más goles que el del argentino Gaitán, así que aunque ambos equipos tuvieron ocasiones muy claras para marcar, el electrónico del Estàdio da Luz no se movería. Talisca y Jonas probaron suerte desde fuera del área, pero el primero se encontró con una gran parada de Adriano y el disparo del segundo se fue ligeramente desviado por la izquierda.

Gil Vicente también lo intentó en la segunda mitad, pero tanto a balón parado como en jugadas combinatorias, los visitantes se encontraron con un gran Julio César, que salvó a los suyos en varias ocasiones y sus intervenciones fueron vitales para que el partido no acabara en tablas.

Ya con el partido visto para sentencia, Viana amargó el partido para los visitantes, dado que en el tiempo de descuento vio la segunda amonestación y, por tanto, la expulsión cuando sólo quedaba un minuto para la finalización del encuentro, que acabaría con la justa victoria lisboeta (1-0).

De esta manera, los hombres de Jorge Jesús mantienen la distancia con Oporto de seis puntos y continúan aventajando a su eterno rival en seis puntos, comandando la clasificación con 37 puntos. Gil Vicente, por su parte, sigue hundido en la tabla y ya es otra jornada en la que cierran la clasificación con seis puntos.

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