A un dirigente, normalmente solo se le reconoce cuando la gestión es realmente positiva e influyente en el equipo, y no siempre es así. Lo cierto es que, muchas veces este laburo pasa desapercibido, pero en este caso ocurre todo lo contrario. Un tal Jorge Nuno Pinto da Costa, que llegó en 1982 para hacerse cargo del FC Oporto, ha jugado un papel fundamental convirtiéndose en el estandarte principal para que el club de su vida tenga constantemente la gloria en sus manos.

Con 31 años a la cabeza, Pinto da Costa ha logrado convertir al Oporto en el club más laureado en Portugal desde su llegada y en una de las principales potencias en el viejo continente. Cuenta con un palmarés envidiable, y su filosofía de comprar barato y vender caro ha sido la clave para mantener el éxito durante su hegemonía.

El comienzo de una época

Desde su fundación en 1893 hasta la llegada de Pinto da Costa, el Oporto solo logró conseguir 16 títulos entre Primeira Liga, Copa de Portugal y Supercopa de Portugal. No hay que ser experto en la materia para saber que sin él, la historia del club no fulguraba ni brillaba en conjunto a los equipos lisboetas. Pero este señor estaba predestinado a modificar el guion, cambiar la secuela y dar prestigio al norte, específicamente, a la Ciudad Invicta.

"Si quieres un Oporto fuerte en Europa, vota Pinto da Costa"

"Si quieres un Oporto fuerte en Europa, vota Pinto da Costa" - Fue un 17 de abril 1982 la fecha que decretaría un punto de inflexión, un antes y un después. Pinto da Costa estuvo vinculado al club desde sus 16 años de edad, destacando principalmente en las disciplinas de hockey y boxeo hasta llegar a ser el mandamás de la escuadra, que él mismo hizo más ganadora del siglo XXI.

Comenzó su proceso de la mejor manera posible. Tras dos años de mandato, el Oporto disputó su primera final europea en la antigua Recopa de Europa, que acabaría perdiendo ante la Juventus en Basilea. Pero tres años después, en 1987, conquistaría la máxima competición continental frente al Bayern Munich, venciendo por 2-1 con goles de dos de los principales pilares de esa plantilla, el argelino Rabah Madjer y el rápido Juary. Esa misma temporada, el Oporto se hizo con su primera y única Supercopa de Europa en un ida y vuelta ante el Ajax, y consecutivamente, con su primera Copa Intercontinental ante el Peñarol de Uruguay, en medio del vertiginoso frío de Tokio, en donde Madjer vovió a ser protagonista para cerrar el año con broche de oro.

Éxitos sin techo

Esa temporada fue solo el bosquejo de una obra de arte extraordianaria, como si fuera Picasso. La producción del cuadro azul y blanco desde entonces no dejó de retumbar y hacer ruido en la capital lusa y en todo el territorio. El dictamen era claro, y parecía que ahora sería el Oporto quién se sobre impondría en el balompié de su país. Con un sinfín aparente, el dragón entablaba títulos a placer y con el pasar de los años se convirtió en el exponente predominante de Portugal, todo ello, a puño y letra de Jorge Nuno De Lima Pinto Da Costa.

Para la década de los 90, ocho títulos de Liga llevaron escritos el nombre del Oporto, dejando en evidencia una categórica supremasía sobre el resto. Con 'El Papa', el club pasó de ser modesto, a ser un valuarte nacional y el más temido representante portugués en el hemisferio.

Mourinho y una generación irrepetible

Si faltaba conseguir algo como para demostrar su valía, Pinto da Costa contrató a un desconocido José Mourinho, quien venía de haber sido destituido del Benfica a corto plazo y de llevar luego al União Leiria a una temporada memorable para el seno de ese equipo. En dos años, el Oporto acabaría con todo y ante cualquier pronóstico, conquistaría el mundo.

A base de talento nacional y alguna que otra madera importada, el Oporto levantó el título de Liga en 2003 sumando un total de 86 puntos, batiendo el récord de puntos que tenía el propio Oporto en la 1996/97, todo bajo el liderazgo de Pinto da Costa. Ese mismo año ganó la Copa de Portugal y la Copa de la UEFA, hoy en día conocida como UEFA Europa League, ante el Celtic en Sevilla para completar un triplete. Luego perdería la Supercopa de Europa ante el Milan de Ancelotti por 1-0.

Pinto da Costa: "El Oporto de Mourinho fue único"

Pero lo mejor estaba por llegar. En 2004, el Oporto dejaría al planeta boquiabierto coronándose campeón de la UEFA Champions League al vencer al Monaco en la final disputada en Gelsenkirchen con un contundente 3-0. En una entrevista reciente, Pinto Da Costa acotó: "El Oporto de Mourinho fue único". Nuevamente ganaría la Liga, a cinco jornadas de que concluyera, y tras levantar el trofeo de ensueño ganó su segunda Copa Intercontinental ante el Once Caldas en una agónica serie de penaltis (8-7), ya bajo la dirección técnica del español Victor Fernández.

Además de todo esto, ese mismo año Pinto da Costa inauguró el nuevo Estádio Do Dragão de cara a la Eurocopa que se disputaría en Portugal. Anteriormente, la casa del Oporto era el veterano Estádio das Antas. El nuevo recinto se convertiría en un emblema, recibiendo trofeos desde sus incios. Actualmente solo hay un templo que iguala la cantidad de títulos conquistados por el club, y es el Giuzzeppe Meazza, en donde juegan dos equipos. Esto apenas en once años desde su fundación. Lo que bien empieza bien acaba.

Sabor cafetero en el Oporto más latino

Más adelante, Pinto da Costa hizo énfasis y vio con buenos ojos la posibilidad de rescatar la perspicacia que habitaba del otro lado del charco. Formó un equipo plagado de sudamericanos, en donde Colombia fue el as bajo la manga del presidente portista, con Radamel Falcao, Fredy Guarín o James Rodríguez.

André Villas-Boas ganó Liga, Copa, Supercopa y Europa League en 2011

El regreso del hijo prodigo. Asistente de Mourinho en las dos temporadas más significantes de la entidad azul y blanca, el joven André Villas-Boas, conocido en ocasiones como 'Mini Mou', fue contactado por el perpetuo líder, esta vez para guiar una vez más al Oporto a tocar el cielo. Muchos dudaban de su capacidad, pero el técnico portugués no demoró en aclarar las dudas impuestas. En su debut oficial ganó su primer título, obteniendo la Supercopa de Portugal ante el Benfica. No solo eso, sino que el Oporto de Villas-Boas acabó por consagrarse campeón de Liga en el Estádio Dá Luz, casa del eterno enemigo.

Más tarde logró quedarse con la UEFA Europa League, segunda en la historia del club y segunda de Pinto da Costa, ante el Sporting Braga en la primera final portuguesa en Europa de la historia, superando a los 'Guerreiros do minho' por 1-0 con gol de Radamel Falcao. El ariete colombiano fue máximo goleador de la competición con 17 goles, para aquel entonces convirtiéndose en el máximo goleador en una prueba continental. Y para culminar un 2011 meteórico, magnífico y de diez, el Oporto se quedó con la Copa de Portugal ante el Vitória Guimaraes. De esta forma, y una vez más, Pinto da Costa y su amado equipo completaron otro gran año guardándose cuatro trofeos más para el abultado y enriquecido palmarés.

Comprar a precio de aceitunas, vender a precio de caviar

Esta es la filosofía que ha empleado Pinto da Costa y la que lo ha impulsado al éxito desde que llegó al Oporto. Comprar bien y barato a jugadores de calidad, luego asentarlos en el club y exprimirlos al cien por cien en busca de ganar todo, para luego venderlos por el doble, el triple y hasta el cuádruple del precio que se invirtió por ellos.

Un gran dote de comerciante y una tremenda habilidad y capacidad para negociar. Paulo Futre, integrante del Oporto campeón en Viena, fue la primera transferencia de peso en la era Jorge Nuno Pinto da Costa, siendo traspasado al Atlético de Madrid por 415 millones de pesetas, antiguamente, una cifra realmente considerable para aquel entonces y que generó un desmesurado impacto mediático.

Fue esta venta que acabó por consolidar el ideal del presidente, que luego vendio a Mário Jardel, de los más destacados delanteros en la historia del club, al Galatasaray turco por 16 millones de euros. También al luso Sérgio Conceiçao, quien pasó a jugar en el Calcio, específicamente en la Lazio, por diez millones de euros. En aquel momento, una cantidad que rondara los 10-20 millones era una auténtica fortuna, siendo el contraste de lo que es el mercado de fichajes a día de hoy.

El 'Rey Midas' del fútbol europeo, es así como le ha catalogado la sociedad y le ha denominado la prensa a Pinto da Costa con el paso de los años debido a su notable influencia en la compra-venta de jugadores, y no es para menos. En la última década el Oporto ha ejecutado esta teoría al punto de haber ingresado casi 200 millones de euros mediante su sustento, haciendo que ningún equipo se acerque siquiera a los números de los cofres de la SAD portista.

Por 23 jugadores el Oporto gastó 98 millones e ingresó 531 millones

Deco, vendido al Barcelona por 20 millones; Quaresma, comprado por seis millones, vendido al Inter de Milán por 25; Ricardo Carvalho, que llegó gratis, fue vendido al Chelsea por 30 millones; Pepe, comprado por un millón, vendido al Real Madrid por 30; Anderson, comprado por cinco millones, vendido al Manchester United por 31; Radamel Falcao, comprado por cinco millones, vendido al Atlético de Madrid por 40; Hulk, comprado por 19 millones, vendido al Zenit por 60; João Moutinho; comprado por cinco millones, vendido al Monaco por 25; James Rodríguez, comprado por cinco millones, vendido al Monaco por 45, son algunos de los ejemplos de la política de fichajes portista.

Ha funcionado esta política tanto en el ámbito económico como en lo futbolístico. En su actual plantilla, el Oporto cuenta con jugadores muy cotizados en el mercado, caso de Jackson Martínez, Héctor Herrera, Danilo o Juan Quintero. Lo cierto es que, con negocios rentables de futbolistas que no pasan desapercibidos, sino que dejan huella en el dragón, el equipo ha conseguido llegar a la cima.

Pinto da Costa en el Dragão. | Foto: publico.pt

Historia sin final aparente

Mejor cuento de amor que Romeo y Julieta. La afición azul y blanca quiere a Pinto da Costa, y Pinto da Costa ama al Oporto desde que era un niño, no quedan dudas. Después del mérito monumental que ha alcanzado 'El Papa' con el club de la bahía, siendo el presidente que más tiempo ha permanecido en ese cargo en la historia del fútbol, a sus 75 años de edad se ha sembrado la duda y planteado la interrogante con respecto a su continuidad.

Sus problemas de salud se agravan día tras día, pero Pinto da Costa resiste en el cargo

Es un enigma el cuánto tiempo más estará al frente del timón, lo cierto es que difícilmente habrá otro igual. Recientemente se recuperó de problemas en el corazón, pero aún con algunas complicaciones de salud ha sido incapaz de abandonar el barco. Ha traspasado fronteras, llevando al Oporto a otros países, como la misma Colombia, en donde hace poco estrenó la escuela 'Dragon Force' para los jóvenes.

Un sentimiento, una religión. Confesó Pinto que el actual dueño del Valencia, Peter Lim estuvo interesado en el Oporto, pero ni todo el dinero del mundo podrá mover a Jorge Nuno De Lima Pinto da Costa de su silla en el palco. Ha dejado a entrever con sus acciones y declaraciones que su primordial convicción es seguir manteniendo al Oporto en la senda del triunfo. Más que como un club, lo ve como su propio hogar, su casa.

Palmarés desde la llegada de Pinto da Costa

A nivel nacional:

- 20 títulos de Liga

- 11 títulos de Copa

- 20 títulos de Supercopa

A nivel internacional:

- 2 títulos de Copa de Europa / UEFA Champions League
- 2 títulos de Copa de la UEFA / UEFA Europa League
- 1 Supercopa de Europa
- 2 Copas Intercontinentales