El Kuban ya ha hecho historia. Hace un año, peleó en inferioridad con los grandes clubes ricos de Rusia y obtuvo una meritoria quinta plaza. Tras superar en la tabla a Dinamo o Lokomotiv de Moscú, accedió a la tercera ronda previa de Europa League; por primera vez en la historia el club disputaría competición continental. Aquello se vivió, y continúa viviéndose, como una auténtica fiesta. Además, el Kuban, el equipo histórico de su región y ciudad, situó también por vez primera un equipo de Krasnodar en Europa desplazando, en parte, el foco futbolístico de Moscú, San Petersburgo, Kazán o Majachkalá. Contra el Valencia, la entidad disputará su tercer encuentro en casa después de las victorias frente a Motherwell y Feyenoord en rondas preliminares. Así pues, el encuentro ante el conjunto ché, ya de fase de grupos, probablemente sea el más trascendente -o al menos ilusionante- de la modesta historia del conjunto cosaco.

El club ha anunciado que pagará la entrada a todos los aficionados que se desplacen con el equipo por Europa

La directiva ya ha anunciado que pagará la entrada a todos aquellos aficionados que se desplacen por Europa para acompañar el equipo en sus encuentros fuera de casa -se espera que lleguen 500 rusos a Valencia en diciembre. Esta decisión refleja la enorme ilusión con la que afronta el club y la hinchada su primera participación europea. Ante el Feyenoord se agotó el papel en el estadio Kuban, con capacidad para 32,000 espectadores. Se prevé que ante el equipo ché el campo vuelva a llenarse. Y es que el conjunto amarillo es el club histórico y popular de su ciudad, multiplicando los seguidores que tiene el FK Krasnodar, de reciente creación a través de fuertes inversiones de capital.

Fútbol de muchos quilates

Ni el frío ni un hipotético mal estado del terreno de juego van a ser rivales -ni excusas- para el Valencia porque el invierno aún no ha llegado a Rusia y porque Krasnodar es una de las ciudades más sureñas y calientes del país más grande del mundo. También lo son sus aficionados. El conjunto ché sí deberá enfrentarse al buen manejo de balón de los de Dorinel Munteanu. El Kuban destaca por su estilo asociativo, pese a las dificultades que a menudo le presentan los terrenos de juego del territorio. Probablemente, el equipo amarillo sea el que mejor juega al fútbol de su país. Sin la pegada del Zenit ni la solvencia del Rubin Kazán, el conjunto de Krasnodar aúna futbolistas de mucho talento y criterio en el centro del campo y tres cuartos de campo. Kaboré y Tlisov, el doble pivote del 4-2-3-1 de Munteanu, sobresalen por labores organizativas y ofensivas y no por tareas defensivas. Igualmente sucede con la línea de tres mediapuntas, comandada por el estilete Popov, con mucho desborde y capacidad para filtrar pases al ariete Ibrahima Baldé.

Hasta hace algunas semanas, el Kuban acumulaba una racha de 19 partidos sin conocer la derrota

Este fútbol alegre y vistoso del Kuban se fragua en la humildad de sus mimbres, como reconoció el propio Ibrahima Baldé en una entrevista exclusiva para Vavel. Sin la capacidad individual de otros rivales, el conjunto cosaco es fuerte por el carácter global de su fútbol. “Aquí no hay Messis ni Cristianos, todos somos iguales”, reconocía Baldé. De hecho, este verano, la entidad perdió a algunos de sus mejores y más desequilibrantes futbolistas como Kulik -mediocentro que marcaba el estilo del equipo- o Özbiliz -puñal por el extremo y la gran revelación del año pasado en el país- y el Kuban, que también ha cambiado de entrenador, no ha variado ni un ápice su hoja de ruta. Por el momento, el propio Baldé, Kaboré, sancionado contra el Valencia; y Popov probablemente sean los más decisivos del Kuban 2013/2014.

Además de su buen juego, el equipo ruso destaca por su solvencia defensiva. Hasta hace apenas un mes, el Kuban acumulaba una racha positiva de 18 encuentros sin conocer la derrota. Este hermetismo defensivo le valió para lograr la ansiada clasificación europea. Xandao y Dealbert, la pareja de centrales, son los principales culpables de este hermetismo tan soviético. También Belenov, uno de los mejores guardametas del país. Bugaev y Kozlov, habitual para Capello, ofrecen seguridad por los latrales pese a su buena proyección ofensiva. Kaboré y Tlisov en el doble pivote terminan de equilibrar el toque y desequilibrio de los de arriba con la seguridad defensiva de la zaga. La posesión de balón es la principal arma de un equipo incómodo y difícil de atacar que también sabe ser vertical y directo y puede presentar muchos problemas al Valencia y a Djukic.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Marc Mosull
Amante del fútbol en todas sus vertientes. Aficionado sufridor.