El teatro de Alejandro Casona. ¿Realidad o fantasía?
Retrato de Alejandro Casona

Alejandro Casona, conocido también como "El solitario", fue exiliado a Argentina debido al estallido de la Guerra Civil en España. En el país sudamericao disfrutó de un buen público y una exitosa crítica. Su producción literaria es abundante, formada por multitud de dramas, como son "La sirena varada" y "Los árboles mueren de pie", obras que analizaremos a continuación. Además cuenta con algunos ensayos y un par de obras de teatro infantil.

Heredó las corrientes modernistas de Rubén Darío, y creó con sus manos el llamado "teatro poético". Sus obras están dotadas de unos fuertes matices líricos y sentimentales, por lo que a menudo se le relaciona con la producción dramática de García Lorca. El granadino dejaría huella en el teatro de Casona: la poetización de los diálogos, un lenguaje sembrado de metáforas y la simbolización de los personajes fueron elementos que aparecen explícitamente en la obra que Casona consideraría su mejor trabajo: "La dama del alba".

"Los árboles mueren de pie" es una obra dramática, con un comienzo más característico de un cuento de ficción que de un drama. Una obra para leer con la imaginación, con el alma. En un principio y si eres poco experto en esta clase de dramas, te replanteas la imposibilidad de representar este tipo de teatro "fantasioso", pues no es fácil simular fuego sobre las tablas de un auditorio, ni hacer aparecer conejos dentro de chisteras. Temas escénicos aparte, esta obra va mucho más allá.

"La sirena varada" es su obra más reconocida. Una comedia – así la denomina el autor – donde aparecen elementos relativamente cómicos como puede ser un fantasma frustrado, que se empeña en ser mortal. El drama lo encontramos de manera mucho más interna. Digamos que cada personaje tiene un conflicto personal, que resulta ser el mismo para todos. Aquí se unen ambas obras, "Los árboles" y "La sirena varada" tienen mucho más en común de lo que a priori puede parecer, pero como he dicho antes, el teatro de Casona y en concreto estas dos obras maestras, hay que disfrutarlas con la ilusión y el alma en conjunto.

¿Realidad o fantasía idílica?

La complejidad de "Los árboles mueren de pie" produce un entrecruzamiento de dos mundos: vida real y vida fantasiosa. Desde el comienzo de la obra vemos el anhelo de Mauricio por ayudar a las personas a salir de sus taciturnas vidas y adentrarse en las maravillas de la mente y la imaginación, de experiencias inauditas, felices y extravagantes, que para él dan mucho más fruto que los dramas personales y, por qué no, terrenales, de los clientes de su "negocio". Desde el inicio Casona hace al lector partícipe de la mentira y la vida inventada que Mauricio e Isabel llevan, pues es casi al final de la obra se cuando se descubre el verdadero nombre de Isabel .

Es destacable por otro lado la magnífica manera que tiene Casona de caracterizar a sus personajes en cuanto a la personalidad se refiere. Isabel, que es la que a priori parece una joven que perdió la ilusión por vivir, pero que siempre había tenido aspiraciones y sueños, al final resulta ser la que ha tenido siempre los pies sobre la tierra, quizá porque la falsa vida que llevó, para ella nunca fue nada más que su propia verdad. Aquí podemos ver la contraposición del personaje de la abuela con el de Isabel. Aunque con la dulzura como punto común, la abuela decide quedarse con su mentira, que ha sido la que verdaderamente le ha hecho feliz, e Isabel opta por volver a la vida cotidiana, donde no hay personas inventadas y donde los problemas, aunque tristes, son al fin y al cabo una verdad.

Cabe decir que Casona tuvo una fuerte crítica en España por promover estas vidas fantasiosas en un ambiente donde la cruda realidad de la guerra civil azotaba nuestro país.

Lo mismo ocurre con "La sirena varada". Se trata de una obra de fantasmas, sirenas y elementos más carácterísiticos del esperpento que de otra cosa, aunque realmente estemos ante una obra con un matiz interno realmente complejo. La misma dualidad realidad/fantasía está presente en esta otra obra de Casona, también teatral. Aquí vemos en los diálogos la desilusión del protagonista al darse cuenta de que esa vida fuera de lo terrenal, de lo humano, no es más que una hermosa y bella utopía.

Al igual que los personajes, llegados a este punto cabe realizarse esa misma pregunta que ellos, antes o después acaban planteándose: ¿Pura, pero cruel realidad o vida idílica, pero utópica al fin y al cabo? Juzguen ustedes mismos, aquí lo importante, señores, es ser feliz.

VAVEL Logo