El Romanticismo en "María"
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María combina la forma y el contenido de dos movimientos literarios: el Romanticismo y el Realismo. Isaacs tiene influencias de Lamartine y de Saint-Pierre. De estos románticos franceses pudo tomar técnicas como el uso de augurios para sugerir la posibilidad de tragedia futura durante los momentos de dicha; la inserción de reflexiones axiomáticas sobre situaciones concretas, señalando su relación con lo universal; la comparación de los protagonistas con algún elemento de la naturaleza en la cual se mueven; las descripciones poéticas de una naturaleza bella y grandiosa, muchas veces exótica; el concepto del amor como una fuerza todopoderosa, que se siente hacia una sola persona; la imposibilidad de la consumación del amor, pues el idilio termina trágicamente; la utilización del sentimentalismo, del pesar prolongado, y de la melancolía; el uso de símbolos y de lo sobrenatural; el empleo de lo vago e impreciso en relación con los personajes y con algunos lugares de la acción; la exaltación del catolicismo, y los estados de ánimo del narrador reflejados en la naturaleza. 

Elementos costumbristas

Mientras Isaacs escribía María, en Colombia, el costumbrismo había obtenido una increíble popularidad. Debido a esto, el autor dedicó once capítulos al color local. La primera escena costumbrista se da en el capítulo V, donde Efraín describe la boda de unos esclavos, dando detalles de su vestimenta, los instrumentos musicales y los bailes. Isaacs se sintió muy unido a los habitantes de la provincia de Antioquia. En los capítulos IX y LI Efraín describe la modesta casita del antioqueño José (muebles, herramientas, etc.). La representación de la hacienda de Emigdio (XIX), ya en un estado avanzado de deterioro, está hecha con mucha gracia y buen humor. Los capítulos XXI y XXVI presentan costumbrismo en la forma de cacerías, y los LVII y LVIII incorporan numerosos detalles acerca del trabajo, la comida, la vestimenta o las supersticiones de los negros que habitan las orillas del Dagua. En todos sus cuadros de tipos populares, Isaacs reproduce ejemplos de su lenguaje pintoresco e incorrecto.

Los cuadros populares no adelantan la acción; pero el hecho es que hay poco desarrollo novelístico en María – al autor le interesa más evocar un estado de ánimo que desenvolver un argumento novelesco. Estas escenas costumbristas ayudan a redondear el carácter de Efraín. Isaacs nunca se muestra moralizador en sus cuadros de color local (en Nay y Sinar, en cambio, sí comete este error estético); se sonríe ante la perspectiva de un labrador o un hacendado que comparte su casa con animales, pero no se pone a sermonear.

El Realismo en María

La crítica ha aseverado que la sociedad retratada en María es un mundo idealizado en que todos los personajes son buenos y nobles. Esto dista mucho de ser cierto, ya que la sociedad representada admite la institución repelente de la esclavitud. Isaacs demuestra su preocupación social del movimiento realista siguiendo la típica práctica, el autor no sermonea, sino que expresa sus sentimientos mediante la observación imparcial. Por ejemplo, en el capítulo V, Efraín nota que su padre era muy compasivo con los esclavos, pero señala que los negros solo estaban “contentos, hasta donde es posible estarlo en la servidumbre...”. La protesta más vigorosa de Isaacs en contra de la esclavitud ocurre en la segunda parte de Nay y Sinar (XLII- XLIII). Aquí describe todas las degradaciones de esta institución bárbara. Al final del capítulo XLIV, Isaacs deja su actitud de objetividad impasible y en una nota romántica al pie declara que las escenas repugnantes que acaba de presentar son rigurosamente históricas.

Los únicos personajes típicamente románticos son María y la madre de Efraín (mujeres dulces y sumisas). Todos los demás personajes son creaciones realistas que parecen haber sido inspirados en la vida misma. Efraín encarna la personalidad de su creador, aunque con una cierta idealización. Su padre está basado sobre el modelo del progenitor de Isaacs. En la novela dista mucho de ser perfecto, porque su ambición para el futuro de Efraín y su incredulidad en el amor verdadero hace que separe a los amantes, causando así la muerte de María.

Las cualidades realistas de los personajes menores están ilustradas muy bien en dos amigos de Efraín: Carlos y Emigdio. Otros dos personajes trazados según los cánones realistas son Custodio y el Administrador de aduanas. Otro personaje que parece haber pasado de la vida real a la novela es la sensual Salomé.

En definitiva, el Realismo se manifiesta en María en la caracterización de los personajes menores. Varias de estas figuras son esclavos, una circunstancia motivada por el sentido social del autor. Todos los personajes secundarios están presentados en la manera realista, sin idealización romántica, excepto la madre de Efraín. La mayoría pertenecen a las clases bajas. La aspiración de Isaacs a conseguir una reproducción fiel de la realidad está manifestada en la atención que presta al perro Mayo. No cabe duda de la existencia de Mayo, puesto que Isaacs también le dedicó un poema. Asimismo, parece probable que la mayoría de los personajes secundarios de María estuvieran basados sobre modelos vivos.

¿Influencia hebrea en María?

Isaacs empezó sus lecturas intensas de la Biblia después de publicar María. El escritor no era judío ni por herencia ni por educación. Tenía sangre judía solo por el lado paterno, yoda su educación era católica, ya que su padre se había convertido antes de casarse. No hay ningún dato que indique que Isaacs recibiera instrucción hebrea, a menos que se suponga un determinismo biológico. El único factor judío que encontramos en María es la ascendencia de la familia de Efraín, un recuerdo autobiográfico.

Lenguaje y estilo 

Presenta un estilo musical y pictórico a la vez que preciso y de mucha fuerza expresiva. Sin embargo, las descripciones destacan por su viveza y naturalidad que los diálogos. Las partes que describen a María se distinguen por su poesía. Las descripciones de la naturaleza también contienen lirismo poético. La intención de acomodar la forma al contenido se percibe además en los capítulos de color local, donde el narrador utiliza un lenguaje coloquial, y hasta jocoso.

El lenguaje dependerá de si se trata de personajes de clase alta o de baja. Los personajes de clase alta tienden a emplear un lenguaje académico. Frente a estos, los personajes bajos suelen ser más espontáneos; en las escenas costumbristas, Isaacs se esfuerza por reproducir la pronunciación incorrecta y el vocabulario dialectal típico de ciertos grupos sociales y étnicos.

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