'Lolita', historia de una obsesión

"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos paladar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta."

Así comienza Lolita, novela de 1955 escrita por Vladimir Nabokov que lo catapultó como escritor. Nabokov, al igual que muchos otros artistas, sufrió la dolorosa circunstancia del exilio. Nacido en 1899 en San Petesburgo, Rusia, dada su condición de aristócrata hubo de huir junto con su familia en 1919 tras el estallido de la Revolución Rusa a diferentes ciudades europeas. En 1922 ya se había graduado en la Universidad de Cambridge y ese mismo año se trasladó a Berlín, donde con el seudónimo de Vladimir Sirin escribió varias novelas que lo convirtieron en uno de los narradores más reconocidos de la época. Mashenka, Rey, dama y valet, La defensa de Lùzin y Habitación oscura son algunas de las obras creadas desde 1923 hasta 1937. De 1937 a 1940 residió en Francia y cambió su lengua literaria al inglés. Lejos quedaba su Rusia natal. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial de nuevo emigró, esta vez a Estados Unidos, país donde vivó un largo período con nueva nacionalidad estadounidense. Trabajó en el museo Americano de Historia Natural, la Universidad de Wellesley como profesor de Literatura Comparada y en la Universidad de Cornell como profesor de ruso. Murió en 1977 en Suiza consagrado como uno de los escritores más importantes de su tiempo y de la literatura universal.

Lolita

Escrita en inglés, Lolita fue publicada por una editorial parisina pornográfica. La trama, no comprendida en un primer momento, provocó que Francia e Inglaterra prohibiesen la publicación de la novela. En 1958 fue finalmente publicada en Estados Unidos. Lolita cuenta la obsesión de Humbert Humbert por la pueril Dolores, apenas salida de la infancia. El cuarentón europeo, narrador de la historia, nos introduce en el mundo de las nínfulas:

"Ahora creo llegado el momento de presentar al lector algunas consideraciones de orden general. Entre los límites de los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o tres veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana, sino nínfica (o sea demoníaca); propongo llamar nínfulas a estas criaturas escogidas. (…) Entre esos límites temporales, ¿son nínfulas todas las niñas? No, desde luego. Tampoco es la belleza una piedra de toque; y la vulgaridad - o al menos lo que una comunidad determinada considera como tal- no daña forzosamente ciertas características misteriosas, la gracia letal, el evasivo, cambiante, anonadante, insidioso encanto mediante el cual la nínfula se distingue de esas contemporáneas suyas."

La obsesión de Humbert lo hará huir con la niña y emprender un viaje en el que la pasión y la atracción perversas llevarán al lector a un mundo magnético e hipnótico del que no podrá marcharse. La novela ha sido condenada por lo más puristas como un manifiesto pedófilo. Nabokov, tal y como manifestó en varias ocasiones, deseaba que el lector supiese traspasar esa primera lectura para comprender el mensaje crítico hacia la sociedad del siglo XX y la perversión que en muchas ocasiones domina a ésta. Dejando a un lado toda moral, desde un punto de vista artístico la novela nos narra una historia de amor y pasión retorcida que supondrá el tormento de nuestro protagonista.

Hollywood en el mundo Lolita

El personaje Lolita traspasó la frontera literaria para consagrarse como uno de los prototipos sociales de la actualidad. La inclusión de Lolita al imaginario popular del siglo XX no fue fruto, sin embargo, de la obra de Nabokov, sino de las adaptaciones fílmicas que Stanley Kubrick y Adrian Lyne llevaron a cabo en 1962 y 1997, respectivamente. Desde sus inicios el cine ha bebido de la influencia de la literatura y son miles las películas que tienen como base una obra literaria, en algunos casos, incluso, llegando a ser ésta olvidada. Hace relativamente poco, sin embargo, que la literatura establece lazos de unión con el séptimo arte. Lolita, en la que Nabokov se adueñó de ciertas técnicas cinematográficas, es un ejemplo de ello. El deseo de Humbert Humbert por retratar, congelar, a modo de filmación la belleza pueril de la nínfula antes de convertirse en una adolescente, llevará a Nabokov a introducir flash back e imágenes en cámara lenta, así como referencias a actores y productos culturaes como revistas cinematográficas.

No sólo los aspectos formales de la celebérrima novela de Nabokov remiten al cine, sino que la propia Dolores centra sus aspiraciones en él: desea llegar a Hollywood y triunfar como actriz aunque todos sus intentos resulten inútiles. El propio narrador, Humbert, ve a la joven bajo la mirada de un director de cine, un “registrador muy consciente” que perderá las riendas de su filmación al aparecer un nuevo observador, Quilty, deseoso de hacer a la muchacha protagonista de su película porno. Si cuando describe a su amor de la infancia, Annabel, Humbert nos proporciona una detallada descripción que se ajusta a la manera literaria, cuando describe a Lola, sin embargo, lo realiza a impacto de imagen, tal y como Katixa Aguirre Miguélez afirmó en “Lolita y Vladimir Nabovok: historia de una obsesión (fílmica)”.

A partir de esta novela el término “lolita” es empleado para hablar de jóvenes y mujeres cuya belleza posee tintes infantiles. La cuna literaria de la palabra, en la línea de las celestinas y los donjuanes, es desconocida para muchos y nos demuestra, una vez más, que la literatura está presente en todos los estratos de la vida.

VAVEL Logo