A finales de septiembre, apenas una semana antes del comienzo de la liga, Austin Watson (26 años) recibía una sanción de 27 partidos tras haber agredido a su esposa. El jugador no conforme con ello apeló la decisión y el juez de arbitraje ha decidido, finalmente serán 18 los partidos que deberá perderse obligatoriamente para cumplir su castigo.

Esto significa que el jugador podría volver a la alineación de los Predators para el partido que deberán disputar en Glendale el 15 de noviembre, frente a los Arizona Coyotes si Peter Laviolette entrenador del equipo lo considera necesario.

La organización de Nashville que ha mantenido una escrupulosa neutralidad en el proceso, en un comunicado emitido tras la decisión del arbitraje, no ha cambiado el tono y expresó que tomaba nota de la nueva duración de la sanción y que su principal preocupación eran la salud y el bienestar de Watson y de su familia.

La NHL nada satisfecha con la decisión

La decisión no ha gustado en la liga y no ha puesto paños calientes en el comunicado emitido para comentarla, y en el que se pueden distinguir dos partes claras.

Una primera en la que a pesar de reconocer el derecho del jugador a apelar su decisión, la liga mostraba su decepción porque el juez de arbitraje enmendaba la plana al comisionado encargado de evaluar el tema, y más en una cuestión tan sensible como la violencia de género.

En la segunda parte del comunicado, expresa que no ahorrarán esfuerzos para sensibilizar sobre este tema y que se recurrirá a las medidas disciplinarias que sean necesarias para que se cumplan los estándares de conducta personal apropiados para la liga.