Ver para creer. Todas las miradas estaban puestas sobre Billy Horschel (líder hasta la tercera jornada) y jugadores de la talla de Jim Furyk o Rory McIlroy (que estaban más cerca de la cabeza). Pero finalmente el ganador ha sido el escocés Martin Laird, quien empezaba el día séptimo a 5 golpes del líder. Una magnífica vuelta de 63 golpes (nuevo récord del campo) con 9 birdies y otros tantos pares, y un acumulado total de -14, le ha permitido alzarse con el triunfo final.

Laird ha conseguido así su tercera victoria en el circuito americano, tras el Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open en 2009 y el Arnold Palmer Invitational en 2011. Este resultado le sirve, además, para disputar el Masters de Augusta que empieza el jueves. Pese al desesperado intento de McIlroy por darle caza (con una vuelta final de 66 golpes y 6 bajo par),  el escocés no ha acusado la presión. De hecho, ha respondido al ataque del exnúmero 1 del mundo con 3 birdies en sus tres últimos hoyos. Por tanto, el norirlandés se ha tenido que conformar con el segundo puesto, al acabar con dos golpes más que su oponente. Sin embargo, McIlroy ha recuperado las buenas sensaciones con el primer grande de la temporada a la vuelta de la esquina.

Los componentes del partido estelar y máximos favoritos al triunfo, Billy Horschel, Charley Hoffman y Jim Furyk han finalizado en tercera posición empatados. Horschel, que partía como líder con dos golpes de ventaja sobre sus compañeros de partido, no ha tenido su día y sólo ha sido capaz de jugar 1 bajo par. De todos modos, el jugador estadounidense ha confirmado su buen momento de juego tras el segundo puesto obtenido la semana pasada en el Shell Houston Open. También hay que destacar el buen papel del alemán Marcel Siem, que venía de ganar en el circuito europeo la pasada semana, y ha terminado en un meritorio décimo lugar.