Se decía que Merion era un campo fácil. Que era demasiado corto para el material que los golfistas utilizan hoy en día. Que el agua caída estos días había dejado unos greenes muy receptivos. Pues bien, a la conclusión de la primera jornada del US Open solo cinco jugadores han sido capaces de bajar del par del campo. El estadounidense Phil Mickelson es quien encabeza la clasificación del segundo major de la temporada tras entregar una tarjeta de 67 golpes (-3).

Mickelson ha sido, sin lugar a dudas, el que mejor se ha adaptado al campo de Merion. El californiano se ha mostrado muy sólido en todo momento y únicamente ha cometido un bogey, al tiempo que ha conseguido cuatro birdies. Los otros supervivientes de esta primera jornada han sido el inglés Luke Donald, el australiano Mathew Goggin, el escocés Russell Knox y el belga Nicolas Colsaerts. Donald y Goggin comparten la segunda posición con -2 y a un golpe del líder, mientras que Knox y Colsaerts firmaron una vuelta de 69 golpes (-1) y ocupan el cuarto puesto.

En situación de par del campo han terminado jugadores como Lee Westwood, KJ Choi, Rickie Fowler, Tim Clark o Charl Schwartzel. Todos ellos comparten la sexta posición y se encuentran a tan solo tres golpes de la cabeza del torneo. Otros jugadores importantes como Ian Poulter, Justin Rose, Steve Stricker, Dustin Johnson y Bubba Watson también están bien posicionados después de completar la primera vuelta del recorrido con 71 impactos (+1).

De los españoles, el mejor ha sido Gonzalo Fernández-Castaño, quien con una vuelta de 71 golpes (+1) ha concluido decimosexto a cuatro golpes del liderato. Por su parte, Sergio García no ha tenido una actuación tan brillante y ha necesitado 73 impactos (+3) para completar los primeros 18 hoyos del torneo. Sin embargo, este resultado le tiene que saber a gloria al castellonense, pues tras 5 hoyos disputados marchaba +6 y llegó a estar +7 después del 18 (su octavo agujero). Dos bolas fuera de límites consecutivas (en el 13 y el 14) le costaron un doble y un cuádruple bogey que lastraron su vuelta. Pese a todo, Sergio no se rindió nunca y consiguió darle la vuelta a una  complicada situación. Tres birdies (hoyos 1, 8 y 10) y un eagle en el 2 (sumados a un bogey en el 4), le permitieron aligerar su tarjeta y le sitúan con plenas opciones de luchar por la victoria, pues está a 6 impactos del líder cuando todavía restan 54 hoyos por jugar. Por otro lado, José María Olazábal firmó una tarjeta de 75 golpes (+5), tras lograr un único birdie y cometer seis bogeys.

El gran favorito al triunfo final y número 1 del mundo, Tiger Woods, no ha rendido al nivel que se esperaba y tan solo ha sido capaz de entregar una tarjeta de 73 impactos (+3). Este mismo resultado lo ha firmado su inmediato perseguidor en el ranking mundial, el norirlandés Rory McIlroy. Pese a ello, dadas las duras condiciones en las que se está jugando en Merion, ambos mantienen intactas sus opciones de ganar el US Open.