El Masters de Augusta arrancó de una forma un tanto extraña: un día soleado, sin viento y con unos greenes bastante receptivos. Eso fue lo que se encontraron los golfistas que salieron en el turno de mañana. Porque por la tarde las cosas cambiaron y mucho como consecuencia de la aparición del viento. Tanto es así, que los mejores resultados se dieron en los primeros partidos. El estadounidense Bill Haas aprovechó las mejores condiciones matutinas para situarse en el liderato con una vuelta de 68 golpes (-4).

Tras Bill Haas, y a un solo golpe de este, se situaron una terna de golfistas por los dos últimos ganadores en Augusta, Adam Scott y Bubba Watson, y el sudafricano Loius Oosthuizen (rival de este último en el desempate del Masters de 2012). Los tres terminaron su primera ronda con una tarjeta de 69 golpes (-3), aunque especialmente meritoria fue la vuelta de Bubba Watson. El estadounidense fue el único de los puestos de privilegio que salió en el turno de tarde, y lo cierto es que se le vio sobrado: completó una vuelta sin bogeys y se fabricó diversas opciones de birdie.

Jiménez, mejor español

El mejor español fue el sempiterno Miguel Ánguel Jiménez. El malagueño de 50 años fue el único de los cuatro representantes nacionales que terminó bajo par, y su resultado pudo ser incluso mucho mejor. Jiménez jugó unos primeros nueve hoyos brillantes, con cuatro birdies sin fallo y alguna que otra opción de birdie desperdiciada. Pero este campo tiene trampas para todos, y el malagueño se topó con el temido Amen Corner: bogey al 11 y doble bogey al 12 tras mandar su bola al agua. De ahí al final, Jiménez supo mantener su resultado para terminar con una gran vuelta de 71 golpes (-1) que le situó duodécimo a tres impactos del líder.

Los otros tres españoles no tuvieron tanta fortuna, ya que todos tuvieron que jugar en las condiciones más difíciles. Chema Olázabal, pese a todo, consiguió un buen resultado teniendo en cuenta que llevaba un mes sin competir. El vasco entregó una tarjeta de 74 golpes (+2) y ahora mismo está cómodamente instalado en el corte. Olazábal fue, además, el único jugador de todos los que salieron al campo que aprovechó loas cuatro pares 5 (hizo birdie en todos ellos). Gonzalo Fernández-Castaño, por su parte, concluyó con una vuelta de 75 golpes (+3). Un mal inicio condenó al madrileño, que solo fue capaz de conseguir un birdie en toda la vuelta.

Sergio García tampoco tuvo el inicio soñado. El castellonense, que partía como uno de los favoritos a enfundarse la Chaqueta Verde, no se encontró cómodo durante toda su vuelta. Sergio tuvo que lidiar con el Augusta National en las peores condiciones, y lo cierto es que no lo hizo nada mal, al menos hasta el hoyo 15. Pese a empezar el día con birdie, el de Borriol se topó muy pronto con dos bogeys, pero reaccionó de inmediato con dos birdies consecutivos que le volvían a situar bajo par. El bogey en el 11 (uno de los hoyos más difíciles del campo) fue compensado con un birdie en el 13, aunque un nuevo bogey en el 14 lo devolvió a situación de par. Y así se llegó al momento clave de su vuelta. Sergio se dejó un putt de birdie de un metro cuesta arriba y sin apenas caída en el hoyo 15 para volver a situarse -1 en el día, pero lo falló. Y eso se notó en sus tres últimos hoyos, pues el castellonense terminó con dos bogeys más para una vuelta de 74 golpes (+2). A Sergio se le hizo larga la jornada, pero aún queda mucho por delante y la distancia respecto al liderato es de solo seis golpes.