Miguel Ángel Jiménez lo ha vuelto a hacer: ha dejado a más de uno sin palabras. Tras su brillante cuarto puesto en el Masters de Augusta, el malagueño ha conseguido su primer triunfo en tierras americanas, el Greater Gwinnett Championship. Y pese a que este torneo pertenece al Champions Tour (circuito senior americano), no hay que quitarle ningún mérito a Jiménez, pues entre sus rivales se encontraban nombres de la talla de Fred Couples o Bernhard Langer (quien lleva la friolera de diecinueve vueltas bajo par consecutivas).

El malagueño recibió una invitación del patrocinador del torneo la semana pasada y no dudó en aceptarla. Como buen competidor, Jiménez fue allí a por todas y ya desde el principio dejó claras sus intenciones. Con una vuelta inaugural de 65 golpes (la mejor del torneo) se situó en lo más alto de la tabla con -7, posición que ya no abandonaría. La segunda jornada no fue tan buena, y sus 70 impactos (-2) permitieron que sus perseguidores se acercasen. Pero Miguel Ángel no especuló y cerró el torneo con otra gran tarjeta de 67 golpes (-5) y un acumulado de -14 que le sirvió para imponerse con dos impactos de ventaja sobre Langer.

Jiménez se ha convertido en el segundo jugador español que logra una victoria en el Champions Tour, tras la de José María Cañizares en el Toshiba Classic en 2001. Además, el malagueño es el decimoctavo golfista que consigue el triunfo en el torneo de su debut en el Champions Tour. A sus 50 años, Miguel todavía quiere dar guerra y ahora deberá centrarse en conseguir su objetivo, que no es otro que lograr a clasificación para la Ryder Cup que se disputará en Gleneagles (Escocia) el próximo mes de septiembre.