25 triunfos como profesional. 21 victorias en el circuito europeo (14 de ellas a partir de los 40 años). Décima posición en la clasificación histórica de títulos en el European Tour. Jugador más veterano que gana un torneo en el circuito europeo (a sus 50 años y 133 días). Autor de cuatro de los doce triunfos a mayor edad en el European Tour. Primer ganador múltiple de la temporada golfística (ya venció en el Hong Kong Open de diciembre). Segunda victoria consecutiva, tras la lograda en el Greater Gwinnett Championship del Champions Tour. Una lista de logros que podría no terminar nunca. Lo que sí que se acaban son los adjetivos para describir a Miguel Ángel Jiménez, brillante vencedor del Open de España.

27 participaciones en el torneo ha necesitado el malagueño para alzarse, al fin, con este ansiado título. “Estoy inmensamente contento de ganar el Open de mi país, significa mucho para mí; he estado a punto de ganar un par de ellas y por fin estoy aquí, es increíble”, declaraba un emocionado y feliz Jiménez poco después de refrendar la victoria. Pero no lo tuvo nada fácil Miguel Ángel para cumplir su sueño.

El PGA Catalunya, un recorrido exigente

La última fue una jornada dura para todos: solo se vieron doce vueltas bajo par y ninguno de los componentes de los últimos partidos que salieron al campo bajó de los 72 golpes. Y es que el recorrido del PGA de Catalunya se mostró muy exigente a lo largo de toda la semana y acabó imponiendo su ley. Finalmente, solo once golfistas consiguieron ganarle al campo.

Jiménez afrontaba los 18 hoyos finales del torneo en segunda posición, a solo dos golpes del joven Thomas Pieters. El belga pronto empezó a notar la presión, y cometió tres bogeys seguidos en sus cuatro primeros hoyos, dejando líder en solitario al malagueño. Pero Jiménez cometería dos bogeys consecutivos en el 9 y el 10 que situaban en el liderato a un Richard Green que todavía no se había asomado por los puestos altos de la tabla. Un triple bogey del australiano en el 14 volvió a dejar al jugador malagueño en cabeza junto a un renacido Pieters tras el eagle en el 15. Sin embargo, ambos fallaron en el 17 y terminaron con -4, mismo registro que Green; de modo que, como ya ocurriera en la edición del año pasado, se tuvo que recurrir a un desempate entre tres golfistas.

El desempate decidió el vencedor

Pero esta vez no se necesitaron nueve hoyos para encontrar al ganador. Quizá porque entre los participantes  del playoff se encontraba un tal Jiménez, a quien parece no gustarle que los desempates se alarguen en exceso (su último triunfo en el circuito europeo también se fraguó en un playoff que finiquitó por la vía rápida). Y como en aquella ocasión, el malagueño solo necesitó un hoyo extra para acabar con la resistencia de sus rivales. Tras los bogeys de Green y Pieters, un par en el 18 le bastó para alzarse con el Open de España; un triunfo que le situará entre los 25 mejores golfistas del mundo.

Otros tres españoles concluyeron el torneo entre los 30 primeros clasificados. El mejor de ellos fue Alejandro Cañizares, autor de una de las escasas doce vueltas bajo par que se vieron en la jornada. Con una tarjeta final de 70 golpes (-2), el madrileño terminó con -1 en el acumulado en séptima posición. Álvaro Velasco fue duodécimo con par total, mientras que Nacho Elvira (con también 70 golpes) finalizó en el puesto 28. Agustín Domingo y Sergio García (puesto 38), y Pedro Oriol, Gonzalo Fernández-Castaño y Jordi García Pinto (puesto 49) cerraron el top 50.