Carolina Marín (Huelva, 1993) ha hecho historia de nuevo al ser la primera jugadora española de bádminton que se mete en las semifinales de un Campeonato del Mundo de este deporte al ganar su partido de cuartos de final ante la taiwanesa Tzu-ying Tai por dos sets a uno (21-19, 19-21 y 11-21) en la competición que se está disputando en el pabellón Ballerup de Copenhague. Una remontada que vale mucho ya que pone las medallas a tiro de piedra para Carolina, que tiene por delante lo más duro del torneo.

Y es que esta joven onubense no tiene límites. Tras proclamarse campeona de Europa en Kazán el pasado mes de abril cuando derrotó en la final a la jugadora danesa Anna Thea Madsen por dos sets a uno (21-9, 14-21 y 21-8), Carolina decidió viajar a Tailandia con algunos de sus compañeros de la Federación Española de Bádminton para prepararse exclusivamente de cara a este Mundial que va camino de ser el suyo, pues ya ha marcado un antes y un después en la historia de este deporte en nuestro país.

Carolina, tras ganar en octavos de final a la malaya Ji Ying Tee por dos sets a uno (18-21, 21-16 y 10-21), y a la china Yihan Wang en cuartos por dos sets a cero (21-9 y 21-12), ha accedido a semifinales donde se verá las caras con la hindú Pusarla Vensata Shindu, cabeza de serie número 11 y medalla de bronce en el pasado Campeonato del Mundo de Guangzhou.

Marín, con tan solo 21 años, se encuentra en la élite del bádminton mundial, dominada desde siempre por jugadoras asiáticas; de hecho, es la única de las diez primeras del ránking mundial que no procede de ese continente, y en el partido de cuartos de final ha demostrado por qué se encuentra en esa posición, ya que mostró su sangre fría y entereza frente a una de las mejores jugadores del planeta, a quien finalmente dejó en la cuneta para avanzar en su camino hacia las medallas.