Como si de un déjà vu se tratara, Jordan Spieth empezó su participación en el Masters de Augusta del mismo modo que lo hiciera el año pasado: arrasando. El jugador estadounidense, que salía en los primeros partidos del día, dejó su impronta en Augusta nada más empezar. Con una vuelta de 66 golpes (-6) libre de bogeys, Spieth terminó la jornada inicial del primer grande de la temporada en lo más alto de la tabla. El tiempo dirá si será capaz de repetir el triunfo logrado en 2015, algo que no sucede desde que Tiger Woods hiciera un doblete en 2001 y 2002.

Lo cierto es que pese al gran resultado obtenido por Spieth, las condiciones de juego no fueron nada fáciles, pues el viento sopló de lo lindo. De hecho, la media de golpes del día fue de 74 (dos sobre el par), y solo 20 jugadores fueron capaces de vencer al campo. Pero el estadounidense se las arregló para no meterse en problemas y ganar por octava vez al campo en nueve rondas jugadas, en las que acumula un espectacular registro de 29 bajo par. 

El neozelandés Danny Lee y el irlandés Shane Lowry fueron los que acabaron más cerca del líder tras firmar una gran tarjeta de 68 golpes (-4). En cuarta posición y a tres golpes de la cabeza (-3) finalizaron cinco jugadores que bien podrían formar parte del equipo europeo de la Ryder que se disputará este próximo mes de septiembre en el campo de Hazeltine: Justin Rose, Paul Casey, Ian Poulter, Soren Kjeldsen y Sergio García. Especialmente destacable es el arranque de torneo del español, que llegaba al Masters con problemas en la muñeca y tras una mala semana en el Shell Houston Open. Y lo cierto es que las cosas no empezaron nada bien para él con sendos bogeys en los hoyos 3 y 4 (y tres putts en el par 5 del 2). Sin embargo, Sergio -que juega el torneo por decimoctava vez- supo mantener la calma y esperar su momento. Su primer birdie del día no llegó hasta el hoyo 9, pero después logró enlazar la friolera de cuatro seguidos entre los hoyos 13 y 16 para redondear una gran recuperación que le permite soñar.

Rory McIlroy y Jason Day, los grandes favoritos junto con Spieth, llegaron a situarse -4 a falta de pocos hoyos, pero un mal final les llevó a terminar con 70 (-2) y 72 golpes (par del campo), respectivamente. Por su parte, el otro representante español en Augusta era un debutante, Rafa Cabrera-Bello. El canario -brillantemente clasificado para jugar su primer Masters con dos puestos entre los cuatro primeros en sus últimas dos citas del PGA Tour- comenzó su andadura con una vuelta de 74 golpes (+2). Rafa se repuso rápidamente del bogey en el primer hoyo con un birdie en el 2, pero una mala secuencia de tres bogeys entre los hoyos 9 y 11 le penalizó en exceso. Pese a todo, con este resultado ahora mismo el canario lograría superar el corte holgadamente.