Si la primera jornada del Masters de Augusta ya fue catalogada como dura, la segunda fue una auténtica escabechina. El viento siguió soplando de lo lindo en el Augusta National y la media de golpes superó los 75 (+3). De hecho, tan solo cuatro jugadores fueron capaces de ganarle al campo: Rory McIlroy, Dustin Johnson, Daniel Berger y Troy Merritt, todos ellos con sendas vueltas de 71 golpes (-1). Para encontrar una jornada del Masters sin vueltas de 70 o Iinferiores hay que retroceder la friolera de 44 años.

Una vez disputados los primeros 36 hoyos del torneo, ya solo quedan siete jugadores por debajo del par del campo. El líder sigue siendo un Jordan Spieth que en su décima vuelta en Augusta jugó por encima del par por vez primera. Sus 74 golpes (+2) no le impidieron mantener la cabeza del torneo con -4 en el acumulado, aunque su ventaja se vio reducida a tan solo un golpe. Rory McIlroy, con tres birdies en sus seis últimos hoyos, es segundo en solitario con -3 en el total. Danny Lee y Scott Piercy (-2), y Brandt Snedeker, Soren Kjeldsen e Hideki Matsuyama (-1) completan la nómina de golfistas bajo par.

Sergio García tampoco pudo escapar a las innumerables trampas que esconde el Augusta National y terminó con una vuelta de 75 golpes (+3), que le sitúa al par del campo en octava posición. El castellonense supo darle la vuelta al bogey inicial y llegó a ir -1 en el día tras un birdie en el 8, pero un doble bogey en el 9 y un bogey en el par 5 del 13 -uno de los hoyos más asequibles- acabaron por lastrarle. El birdie en el 14 fue solo un espejismo, pues luego vendrían dos nuevos bogeys en el 17 y el 18. Sin embargo, la buena noticia es que Sergio se encuentra a solo cuatro golpes de la cabeza y mantiene intactas sus opciones de enfundarse la Chaqueta Verde.

El otro español presente en Augusta, Rafa Cabrera-Bello, también logró superar el corte. El jugador canario entregó una tarjeta de 73 golpes (+1) para terminar con +3 en el acumulado en un meritorio trigésimo tercer puesto. Bubba Watson se aprovechó de los dos bogeys de Spieth en sus tres últimos hoyos para pasar el corte in extremis, algo que no lograron Phil Mickelson o Rickie Fowler.