285 golpes, o lo que es lo mismo, uno sobre el par del campo. Esa ha sido la cifra del ganador. Y no, no se trata del US Open ni del Masters de Augusta. El torneo en cuestión es ni más ni menos que el Open de España. Y Valderrama, el fiero recorrido que lo albergaba: solo se ha jugado un hoyo por debajo del par en el cómputo global de las cuatro jornadas -el par 5 del 11-, y únicamente se han firmado 29 vueltas bajo par en toda la semana. Algo insólito. De hecho, hacía prácticamente 20 años que un torneo del circuito europeo no se ganaba con un resultado por encima del par: Ian Woosnam se llevó el Scottish Open de 1996 con idéntico resultado, +1.

Y en ese berenjenal andaba metido un tal Andrew Johnston, golfista inglés más allá del número 200 del mundo que hubiera pasado casi desapercibido de no ser por su frondosa barba y sus kilitos de más. Nadie contaba con él para plantarle cara a un campo de Valderrama que se volvió más fiero si cabe con el viento como protagonista. Pero lo cierto es que los números no engañan: Johnston fue el jugador que más calles y más greenes cogió, una estadística clave en el recorrido gaditano. Una tarjeta final de 70 golpes (-1), su segunda vuelta bajo par de la semana -algo que solo consiguieron tres golfistas más-, le sirvió para ganar el Open de España, su primera victoria en el European Tour, por delante de Joost Luiten (+2).

Tercero fue un Sergio García que a punto estuvo de protagonizar la machada del día. El castellonense empezó la última vuelta con +7 en el acumulado, a seis golpes del líder, tras una frustrante tercera jornada. Necesitaba casi un imposible para tener alguna opción de triunfo, y lo cierto es que casi lo consigue. Sergio llegó a estar a un golpe del liderato tras lograr su sexto birdie del día en el 17, donde incluso tuvo un putt de eagle de poco más de tres metros; pero un bogey en el 18 frustró su sueño. Pese a todo, el de Borriol logró la mejor vuelta del día (67 golpes) y la segunda mejor del torneo , y lo que es todavía mejor, se reconcilió con su juego.

Aunque hubo hasta cuatro españoles en el top ten en muchos momentos de la última jornada, Sergio fue el único que acabó entre los diez primeros. Alejandro Cañizares (+7) terminó en undécima posición, mientras que Rafa Cabrera-Bello (+9) fue decimosexto. Mención aparte merece la actuación del joven Pep Anglés, que estuvo toda la semana entre los mejores, pero un cuádruple bogey en el hoyo 11 -tras perder dos bolas- le privó de acabar más arriba. Finalmente terminó en un meritorio puesto 19 (+10), por delante de José Manuel Lara (+11) y Borja Virto, Jordi García Pinto y Pablo Larrazábal (+12).