En Payback, además de los grandes combates que estaban estipulados, también estaba programado un anuncio importante. El jefe de la WWE, el señor Vince McMahon después de ver como Shane ha hecho buenos programas al mando de RAW, debía decidir cual de sus dos hijos sería el gerente de la marca roja. 

Todo hacía presagiar que por fin volvería la división de marcas, en la que el roster principal se divide en dos y cada marca lucha por superar a la otra creando sus propias historias y teniendo sus propios campeones. 

Stephanie fue la primera en salir y vendió toda la obra que ha hecho ella junto a su esposo Triple H en la compañía, desde crear La Autoridad hasta hacer debutar a luchadores que hoy son grandes caras de la empresa como los tres The Shield, Kevin Owens, New Day y un largo etcétera. Antes de que Stephanie acabara de hablar, Shane interrumpió y vendió como la prensa había valorado su trabajo en el mes que ha estado al mando. 

Amago de división de marcas

En un momento dado, y justo después de que Shane acabara su discurso, Vince tomó la palabra. Dijo que la opción que más le gustaba a él era la de sangre, la de dos hermanos agarrándose del cuello y viendo quien es superior al otro. En esos instantes, toda la arena de Chicago pensaba en la separación, aunque McMahon no acabó ahí: "Podeis hacer eso o aliaros para controlar RAW. Los dos sois buenos y juntos podría ser una buena alianza". Después de esta frase, McMahon se fue y los dos hermanos se dieron la mano en signo de aceptación y de controlar los dos el programa de RAW. 

A pesar de todo, parece que la división se podría estar gestando de alguna manera, aunque por el momento lo que es seguro es que ambos participaron en las estipulaciones dentro del combate entre AJ Styles y Roman Reigns, y juntos los dos han decidido que en Extreme Rules, estos dos mismos luchadores tengan un nuevo combate. 

El RAW del 2 del mayo es el inicio de esta nueva era en la WWE.