Días aciagos para Roman Reigns, tras ver como perdía el título máximo de la empresa en Money in the Bank y ver como parece ser que su "hermano" Dean Ambrose le da la espalda, el autodenominado "The Guy" ha sido suspendido durante 30 días por parte de la empresa. La WWE ha anunciado a través de un comunicado en su página web que el luchador samoano queda suspendido para los próximos 30 días por saltarse por primera vez la política de bienestar de la empresa. 

Los 30 días de suspensión supondran que Roman no aparecerá durante el feudo entre los miembros de The Shield de cara a Battleground. Sin embargo si podrá luchar en la triple amenaza, ya que el PPV tendrá lugar el 24 de julio, tres días después del fin de la suspensión de Roman.

El luchador ha asegurado a través de su Twitter personal "no hay escusas", además el samoano a pedido disculpas a su "familia, amigos y fans". 

La sanción de Roman es la minima posible, pues es la primera vez que rompe la política de bienestar de la compañia de Vince MaMahon. El nivel de las suspensiones va aumentando a la vez que aumenta el número de veces que un luchador rompe esta política. Si es la primera vez, como es el caso de Roman, el luchador es suspendido 30 días, si es la segunda vez el luchador es suspendido con 60 días, como fue el caso de Konnor y Adam Rose, si el luchador rompe la política de la empresa por tercera vez es despedido. Esta norma es tan importante que debido a la misma se ha llegado a despedir a luchadores de nivel main eventer, como fue el caso de Jeff Hardy. El pequeño de los Hardys fue despedido en dos ocasiones debido a la política de bienestar.