Cumplió con lo mínimo exigible, pero se va con cierta rabia al percibir esta derrota como una oportunidad perdida. Abián era consciente al inicio del torneo que era necesario acabar con buenas sensaciones, en aras de llegar a Río de Janeiro repleto de confianza. Habiendo ganado tres encuentros, el español se plantó en cuartos de final, ronda a la que como octavo cabeza de serie, tenía el objetivo mínimo de llegar.

Su potencial rival en esta ronda a inicios de torneo era el segundo cabeza de serie del mismo: el alemán Mark Zwiebler. Sin embargo, se encontró con Kanta Tsuneyama. El japonés es la gran sorpresa del torneo, y lo demostró cuajando un excelso partido ante Abián. El de Calatayud jugó con gran intensidad, y pudo llevarse la primera manga, definida en pequeños detalles. Sin embargo, Pablo pareció hacer un sobreesfuerzo que pagó caro después, demostrando Tsuneyama su fortaleza física y mental. 

Abián tiene como objetivo mínimo en Río de Janeiro, llegar a los octavos de final

El nipón dio la vuelta al partido auspiciado en un buen saque y dejadas precisas, ganando por 21-16 y 21-15 el segundo y tercer set, respectivamente. Este resultado sume en una cierta desazón a Abián, y le puede generar algunas dudas para Río de Janeiro. Sin embargo, el nivel de Tsuneyama fue mucho más alto de lo esperado. El español aspira a llegar a los octavos de final en los Juegos Olímpicos, y sueña con un eventual diploma si lograra superar dicha ronda. Su preparación ha sido completa y llegará con tremenda motivación. El aragonés es toda una referencia en el bádminton nacional y está llevando una labor encomiable de difusión de este deporte, siendo su presencia las últimas tres ediciones de los Juegos Olímpicos, la mejor promoción posible para un deporte minoritario como éste.