Es uno de esos deportes que gusta a jóvenes y mayores, mujeres y hombres, apasionados del deporte en general o desarraigados. Y es que el voley playa transmite emociones, y esas emociones están cargadas de vibraciones positivas, de alegría, de música y de fiesta. Pocos deportes pueden congratularse de que los aficionados disfruten independientemente de la calidad del partido, y se muestren benevolentes y entusiastas sea cual sea el devenir del duelo.

Estados Unidos y Brasil lideran el medallero con 11 y 9 preseas, respectivamente. España logró la plata en Atenas 2004

Pero dejando de lado ésta atmósfera festiva, el voley playa ha adquirido un status muy notable en la cita olímpica, en cuanto a repercusión mediática y seguimiento de espectadores se refiere. Saltos, planchas, dureza física y rigor táctico y técnico son algunos de los elementos que se requieren para ser competitivo, y eso los aficionados saben agradecerlo.

Elsa Baquerizo y Liliana Fernández en 2016. Foto: zimbio
Elsa Baquerizo y Liliana Fernández en 2016. Foto: zimbio

Brasil, cuna del voley playa donde es deporte estrella, tendrá el homenaje de disputarse en la mítica playa de Copacabana, y se esperan audiencias millonarias y gradas repletas de aficionados. 24 parejas de hombres y 24 de mujeres en busca de la gloria de las que solo puede quedar una en cada disciplina, y entre ellas dos con representación española; una en el cuadro masculino y otra en el femenino.

¿Qué necesitas saber del voley playa?

Es un deporte con reglas sencillas, muy visuales y que no requiere de notables conocimientos técnicos para poder disfrutar de él como aficionado. Dos cuadrangulares de 16 m2 separados por una red de 2,43 metros de altura en el caso de la modalidad masculina y 2,24 en el caso de las chicas, delimitada por unas varillas en sus extremos de 1,80. El balón siempre ha de pasar entre varillas y sin que supere la altura de la misma, y cada pareja puede tocar hasta tres veces la pelota, sin que el mismo componente pueda hacerlo en dos ocasiones de manera consecutiva.

Instalaciones nacionales de voley playa. Foto: fcanvb.com
Instalaciones nacionales de voley playa. Foto: fcanvb.com

Los jugadores se alternan en el saque, que se realiza desde cualquier lado de la línea de fondo

Cada partido se disputa al mejor de tres sets, teniéndose que ganar 21 puntos en el primer y segundo; en caso de llegarse al tercero, éste se resuelve con el que gane 15 puntos. La dureza física que supone desplazarse por la densa arena de playa, obliga a poder hacerse dos tiempos muertos de 30 segundos.

El toque de dedos sigue los mismos parámetros técnicos que en el caso del voleibol de sala, teniéndose que golpear el balón con los dedos y sin retenerlo, lo cual hace que en ocasiones se incurra en faltas. Al ser solo dos jugadores para cubrir todo el campo, se opta por hacer defensas con uno bloqueando y otro defendiendo el resto del campo, y es por ello por lo que cada pareja suele contar con un contendiente espigado, de brazos largos y con gran capacidad de salto, y otro más ligero y ágil, que defienda el fondo de pista.

Formato de competición y sedes

Se decidió por parte de la organización jugar única y exclusivamente en Copacabana, creando una amplia instalación donde hay la friolera de ocho pistas; cinco de entrenamiento, dos para calentamiento y la central para competición. La gran cantidad de partidos que se tendrán que jugar, hará que la actividad sea casi continua el sábado 6 de agosto y el jueves 18 de agosto.

Herrera y Gavira en 2016. Foto: avancedeportivo.com
Herrera y Gavira en 2016. Foto: avancedeportivo.com

Herrera-Gavira y Baquerizo-Fernández parecen tener grupos asequibles

Tanto en el cuadro femenino como en el masculino, hay 24 parejas organizadas en seis grupos de cuatro. Las parejas de cada grupo se enfrentarán entre sí y las dos primeras se clasificarán automáticamente. Para completar los octavos de final, se recurrirá a una fase de repesca, o lucky looser como se le denomina desde la organización, en la que los cuatro mejores terceros también pasarán a las rondas eliminatorias. A partir de ahí no habrá margen de error.

Emoción a raudales es lo que se espera de un deporte en el que parece difícil pensar en que España pueda cosechar medalla, al ser la pareja española masculina quinta en el ránking mundial, y la femenina octava. No obstante, siempre puede haber puede sorpresas por lo que habrá que permanecer atentos a su evolución.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.