La temporada de grandes llega a su fin y lo hace con una curiosa estadística. Los cuatro majors disputados en 2016 han tenido como vencedor a un primerizo. Con su triunfo en el PGA Championship, Jimmy Walker suma el primer grande de su carrera, algo que también hicieron Danny Willett con el Masters, Dustin Johnson con el US Open y Henrik Stenson con el British Open. Por raro que parezca, no es la primera vez que se da tal circunstancia. De hecho, hay cuatro precedentes: 1959, 1969, 2003 y 2011.

Y lo cierto es que Walker no podía haber soñado un mejor estreno en los majors: líder de principio a fin y venciendo al número 1 del mundo, Jason Day. Del mismo modo, no hay un modo mejor de perder que el del australiano: morir con las botas puestas. De hecho, Day cerró su participación en el PGA Championship con un espectacular eagle en el 18 que le dejaba abierta una mínima esperanza de, al menos, jugar el playoff. Pero Walker no se dejó intimidar e, instantes antes de que el australiano embocara su putt, materializó su opción de birdie en el 17 con una seguridad pasmosa. La reacción de Day al enterarse fue de lo más gráfica: en ese justo momento supo que sus opciones se habían esfumado. De todos modos, hizo lo que debía, terminar su trabajo y esperar.

El problema es que enfrente se encontró con un martillo pilón que no cometió un solo error -de hecho, únicamente concedió cinco bogeys en toda la semana-. Ni el mismísimo número 1 le intimidó. Tenía un plan y lo llevó a cabo a la perfección. Quizá no se vivó una batalla tan épica como la de Stenson y Mickelson en el British Open, pero el desenlace del último grande del año estuvo a la altura. Un par en el 18 le sirvió a Walker para asegurarse el PGA Championship con -14 en el acumulado, un golpe menos que Jason Day.

Los dos golfistas españoles presentes en el torneo -los mismos que representarán a España en los JJOO de Río-, no tuvieron su mejor semana. Especialmente decepcionante fue la actuación de un Sergio García que partía entre los favoritos. El castellonense se despidió antes de tiempo fruto de una mala segunda jornada (74 golpes, +4), y falló su primer corte en los majors de la presente temporada. Rafa Cabrera-Bello, por su parte, maquilló su resultado con una última gran vuelta (67 golpes) y terminó en el puesto 49.