Ciertamente el voleibol no es un deporte demasiado proclive a las sorpresas, pero sin duda los Juegos Olímpicos suelen deparar resultados imprevisibles, sobre todo en la fase de cuartos de final. La mente del deportista juega un papel fundamental en la que está considerada como la cita más importante (y mas especial). Una larga preparación de cuatro años, que en voleibol incluye múltiples competiciones internacionales entre Campeonato del Mundo, Copa Mundial, World Grand Prix y los respectivos campeonatos continentales. Pero nada comparable los Juegos Olímpicos. El 'cóctel' formado por variables como la edad del deportista, la experiencia incomparable de vivir en la Villa Olímpica y el sueño de alcanzar la gloria del oro o, en su defecto, poder subir al podio para recibir una medalla de plata o bronce somete al deportista a un estrés nada facil de sobrellevar, más aún cuando se sabe favorito.

Zhu Ting trata de superar el bloqueo de Brasil. | Foto: News.cn
Zhu Ting trata de superar el bloqueo de Brasil. | Foto: News.cn

Si en Londres 2012 fue Brasil quien eliminó en cuartos de final a la clara favorita, Rusia, en un partido memorable que se decidió en el tie-break en esta ocasión la barrera de los cuartos de final le cayó encima a la selección brasileña en su propia casa con una simetría inversa casi perfecta. El equipo de Zé Roberto Guimaraes llegaba a Río 2016 como vigente doble campeón Olímpico pero sus opciones de conseguir un tercer oro consecutivo (tras Pekín 2008 y Londres 2012) se iban a desvanecer de golpe. Brasil había firmado una primera fase impecable, con cinco victorias en otros tantos partidos, sin ceder siquiera un solo set y dejando una sensación de superioridad ante sus rivales. Además, un Maracanazinho a reventar y siempre en el mejor horario (último turno, el de las 22:15h o 22:35h, hora de Río de Janeiro), llevaba en volandas a su selección al tiempo que amedrentaba a los rivales.

Hui Ruoqi celebra un punto ante Brasil. | Foto: News.cn
Hui Ruoqi celebra un punto ante Brasil. | Foto: News.cn

Pero la trampa fue mortal. El grupo A, en el que estaba encuadrada Brasil, fue excesivamente plácido. Rusia (con un potencial mermado en el último ciclo Olímpico) suponía el unico escollo para las amarillas, mientras Corea, Japón, Camerún y Argentina no opusieron resistencia. Por contra, el desarrollo del igualado grupo B ya en la segunda jornada hacía imprevisibles las medallas. El potencial y rendimiento de selecciones como Estados Unidos (vigente campeona del Mundo), Paises Bajos, Serbia y China (vigente campeona de la Copa Mundial) deparó finalmente ese orden al final de las cinco jornadas (Italia y Puerto Rico quedaron eliminadas).

China fue capaz de vencer a la vigente doble campeona Olímpica, Brasil. | Foto: News.cn
China fue capaz de vencer a la vigente doble campeona Olímpica, Brasil. | Foto: News.cn

Y ahí fructificó la simetría inversa respecto a Londres 2012, pero con una diferencia. El cuarto clasificado de un grupo (entonces Brasil, ahora China) dejaba fuera de la lucha por las medallas a la gran favorita (antes Rusia, ahora Brasil). Pero si en la cita londinense Brasil llegaba tras exhibir un pobre nivel de juego en la primera fase, China había dejado buenas sensaciones en su grupo, sobre todo desde la defensa y la eficacia en ataque.

China cimentó el camino de la gran sorpresa no desde la brillantez individual de sus jugadoras, sino desde la constancia en el esfuerzo y desde una mentalidad indestructible. La sabia mano de la entrenadora Jenny Lang Ping casa a la perfección, como no puede ser de otra manera, con el tradicional estilo de juego chino. No importa la plantilla de doce jugadoras convocadas para la cita internacional de la que se trate, que juegue como local o como visitante, tampoco la entidad y el potencial de su rival, ni siquiera si el marcador marcha favorable o adverso. El desarrollo táctico, posicional e incluso mental del partido sigue siempre el mismo guión interno para las chinas. Se trata de 'hacer el trabajo y hacerlo como se debe'. Si da para ganar, estupendo, pero seguro que esta fórmula es siempre una garantía para competir al máximo.

Jenny Lang Ping ganó el duelo de banquillos a Zé Roberto Guimaraes. | Foto: News.cn
Jenny Lang Ping ganó el duelo de banquillos a Zé Roberto Guimaraes. | Foto: News.cn

China realizó en el Maracanazinho quizá una de las mayores demostraciones de su libro de estilo en la historia del voleibol. No solo con una confianza plena en sus propias posibilidades, sino también y principalmente en sus capacidades. No influyó el contundente 25-15 del primer set favorable a las amarillas, tampoco les afectó el ambiente inhóspito del 'templo' del vóley brasileño. Jenny Lang Ping consiguió que su equipo supiera ser 'yunque' durante muchas fases del juego, para convertirse en 'martillo' en los tramos decisivos de cada set a partir de la segunda manga.

China eliminó a Brasil en el Maracanazinho. | Foto: News.cn
China eliminó a Brasil en el Maracanazinho. | Foto: News.cn

Prueba de la dureza y el nivel del grupo B es que las cuatro selecciones clasificadas para semifinales provienen del mismo. Este jueves Estados Unidos se enfrentará a Serbia y China a Países Bajos buscando la gran final en el camino hacia la gloria Olímpica en Río 2016.

Vídeo: Partido íntegro Brasil - China, correspondiente a los cuartos de final del torneo Olímpico de voleibol femenino Río 2016. (Fuente: RTVE).

Torneo Olímpico de voleibol femenino Río 2016

Resultados cuartos de final

Brasil 2-3 China (25-15, 23-25, 22-25, 25-22, 13-15)

Países Bajos 3-1 Corea (25-19, 25-14, 23-25, 25-20)

Estados Unidos 3-0 Japón (25-16, 25-23, 25-22)

Rusia 0-3 Serbia (9-25, 22-25, 21-25)

Semifinales; jueves 18 de agosto

18h Estados Unidos - Serbia

03:15h China - Países Bajos