Con la ilusión por bandera salió al tatami el jovencísimo taekwondista español Jesús Tortosa. Con solo dieciocho años el madrileño hacía su debut en unos Juegos con la medalla de plata conseguida en el europeo de mayo bajo el brazo. El madrileño llegaba con optimismo a Río pero consciente de la dificultad que entrañan unos Juegos Olímpicos. Su rival en octavos de final iba a ser el chino Shuai Zhao. El combate se presentaba complicado para el español ya que su rival le superaba en el aspecto físico con cinco kilos más de peso que el madrileño. Jesús iba a intentar superar en el aspecto técnico al asiático para intentar conseguir el billete a los cuartos en la categoría de -58kg.

El combate comenzó muy igualado. Los dos taekwondista mostraban respeto mutuo y los dos intentaban puntuar con patadas laterales al peto. Así fue como el español consiguió el único punto que se vio en el primer round. Jesús infligió una patada en el peto de Shuai Zhao y cerró el round con victoria por uno a cero.

La derrota en el primer round fue la chispa que encendió a Shuai Zhao. El chino utilizó una filosofía mucho más ofensiva buscando el ataque en el casco del español. Lo consiguió, pero una revisión de vídeo mostró que Jesús había golpeado primero en el tronco de su rival y le subieron un nuevo punto al madrileño que se ponía dos a cero. Remontó rápido Shuai que conectó una patada en la cabeza del madrileño que le sirvió para terminar el segundo set por delate en el marcador con un punto de ventaja.

En el descanso antes del tercer round el público se entregó al español al grito de “sí, se puede”. Se contagió Jesús Tortosa del ambiente en el pabellón y consiguió conectar un puñetazo en el peto del asiático que le sirvió para empatar el combate a tres. En la igualdad tuvo más temple el taekwondista chino que se pudo por delante con una patada en el pecho y encarriló el combate en los últimos treinta segundo con una patada en el casco que le ponía cuatro puntos arriba. La única posibilidad del madrileño era una patada giratoria que conectase con la cabeza de Shuai Zhao, pero el chino se defendió bien y acabó ganando el combate y sellando su billete a los cuartos de final.

Jesús Tortosa se despide así de Río, pero las sensaciones mostradas en su debut en los Juegos Olímpicos fueron buenas y con solo dieciocho años dio la cara en un combate que se le antojaba difícil. Le queda mucho recorrido a este taekwondista que ya tiene la vista puesta en Tokio 2020.