Es una frase hecha en el mundo del deporte y del periodismo deportivo que la gloria es solo para el campeón, y que del subcampeón nadie se acuerda. Si así ocurriese con Pusarla Sindhu, la medallista olímpica de plata en bádminton en Río 2016, el mundo del deporte sería tremendamente injusto con ella. Demostró ser una deportista de unas condiciones considerables, venciendo a jugadoras de nivel superior, y poniendo a Carolina Marín, la flamante campeona, contra las cuerdas. Se merece, por lo tanto, un reconocimiento a la altura.

Hablamos de que Carolina Marín es joven y ha hecho historia a sus 23 años, pero Pusarla Sindhu tiene solo 21 años. Nacida en Hyderabad, un 5 de julio de 1995, Río 2016 la ha encumbrado al ser la primera mujer del país indio en subirse a un podio olímpico. El camino no ha sido sencillo, si bien estuvo a punto de lograr el oro tras pelear partido a partido.

Encuadrada en el grupo L, Pusarla venció en tres sets a la canadiense Michelle Li, y en dos a la húngara Laura Sárosi. A diferencia del camino por la vía rápida que tuvo Carolina Marín, directamente a cuartos por ser cabeza de serie, Pusarla, más conocida en el circuito como ‘PV Sindhu’ debió pasar el cruce de octavos. Tampoco fue rival la representante de China Taipéi, Tai Tzu-ying, que sucumbió también en dos mangas.

En cuartos de final, la india debió medirse a la número 2 del mundo, la china Wang Yihan, y la doblegó en 55 minutos, por un apretadísimo 22-20 y 21-19. En las gradas brillaba el naranja de las banderas hindúes, que poco a poco poblaban la grada conforme avanzaba el torneo. Carolina Marín iba pasando rondas, y cada vez quedaba menos para el ansiado duelo.

En semifinales, duelo de jóvenes ante otra jugadora todopoderosa en el circuito, la japonesa de 21 años Nozomi Okuhara. Con todo un país soñando detrás de ella con esa medalla (la única junto a la de bronce lograda por Sakshi Malik en lucha), la hindú venció por la vía rápida y se citaba con la todopoderosa Carolina en la final. El resto ya es historia.

Carolina Marín sufrió ante una Pusarla que tenía muy estudiada a la española después de sus siete enfrentamientos previos. La hindú consiguió ganarle un set a la española, algo que parecía impensable en las rondas anteriores. Sin embargo, el duelo psicológico y mental se lo llevó la española, pero Pusarla no se marcha ni mucho menos como una perdedora pese al resultado.

Curiosamente, en su país ha sido recibida como una auténtica heroína. Esto no sorprende demasiado, pero llama la atención que recibirá una prima económica y un coche por su participación en estos juegos. El gobierno se lo había prometido así a la nueva máxima exponente del deporte del país. Todo un rostro conocido que buscará venganza la próxima vez que se cruce con Carolina Marín. Entonces, el duelo de técnica, de movimientos en la pista, de cruce de estilos, de velocidad, de mente, se prevé apasionante.