Los Astros iniciaron la temporada en su estadio, ante su gente y en la Americana ante los Texas Rangers. El rival más poderoso del Estado, que opaca todo intento de sobresalir de la ciudad espacial en el campo de la pelota. Si bien es cierto que, pese a dicha victoria no se espera que Houston tenga una temporada de menos de 100 derrotas -sería la tercera al hilo- al menos han demostrado que pueden dar la suficiente batalla para sorprender a más de un 'favorito' o teórico favorito, ante los suyos.
En 2011 Houston se fue con 106 derrotas, 107 la pasada campaña. No hay más meta que evitar el triple dígito en el casillero de derrotas una tercera temporada.
La gerencia del equipo, apoyada en los propietarios, han indicado que no gastarán un dólar más de lo estrictamente necesario, y no cabe duda que su nómina 25 millones totales- lo demuestra. Poniendo en comparativa, Alex Rodríguez cobra cuatro millones más al año que todo el equipo de los Astros junto, 29 millones de dólares.
La franquicia seguirá optando por el desarrollo de jugadores jóvenes.
El objetivo inicial de la franquicia es no finalizar en el sotano divisional. Mejorar las dos campañas anteriores es lo único por lo que realmente puede pelear un equipo que no tiene aún más pretensiones que el mero hecho de participar en las Grandes Ligas. Sería su 'campaña salvada'. El buen hacer de los Astros pasa por el papel que desempeñen los José Altuve, Carlos Peña, Chris Carter o Justin Maxwell. De ser así, el piloto Bo Porter ya tendrá una gran parte del camino andado para conseguir el objetivo inicial, y único.
Las esperanzas de la directiva están puestas entre cuatro y siete años a futuro, de dicha forma se espera que el equipo pueda llegar a las primeras planas de las Mayores, aunque el propio Bo Porter se cree capaz de acortar los plazos.
El piloto más joven de las mayores tiene en sus manos a una cuadrilla de peloteros, no multimillonarios, pero si que parecen comenzar a cumplir las espectativas depositadas en ellos tiempo atrás. Los vientos de cambio parecen aproximarse en Houston. Quizás el éxito llegue antes de lo esperado.