El 8 de septiembre era el día elegido por Jaguar para presentar su nuevo modelo del segmento D, que servirá de acceso a la gama situándose por debajo del XF, para competir con los Serie 3, A4 y Clase C.
El evento de presentación tuvo lugar en el centro de exhibiciones Earls Court de Londres, con más de 3.000 invitados entre los que se encontraban celebridades del cine, de la música, de las pasarelas e incluso del mundo del futbol. Los allí presentes, y cualquiera que quisiera vía inline, pudieron disfrutar de una especie de musical, de 90 minutos de duración, que repasaba la historia de Jaguar con modelos clásicos en escena y actuaciones de por medio del grupo indie Kaiser Chiefs, o de las cantantes Emili Sandé y Eliza Doolittle. Tras sobrevolar Londres en helicóptero, el Jaguar XE hizo su entrada triunfal en el escenario.
Sin duda, con una de las mejores presentaciones de un coche que se recuerde, la marca del felino posiblemente quiera enterrar el recuerdo del modelo que durante la pasada década ocupaba el mismo lugar en la gama, el X-Type. Ese modelo fue enfocado de otra manera, era un Mondeo vestido con traje inglés, y fue un fracaso estrepitoso.
Ahora Jaguar, en una situación bastante halagüeña y en pleno auge, ha decidido volver a apostar por el segmento de las berlinas medias con unas mejores condiciones y una imagen renovada, la cual es un éxito desde el lanzamiento de los XJ y XF.
Montado sobre un chasis monocaso de aluminio, único en su segmento.
El Jaguar XE está fabricado sobre un chasis monocasco de aluminio derivado de la nueva plataforma modular que estrena, haciéndolo resistente y ayudando a la vez a que el peso pueda ser de sólo 1.474 kilogramos en la versión XE S de seis cilindros en uve. Además, muchos de los componentes de las suspensiones también están fabricados en aluminio.
En el eje delantero, la suspensión está basada en la que utiliza el F-Type, mientras que en el trasero utiliza un esquema multibrazo con sistema ‘Integral Link’, que otorga mayor rigidez lateral y longitudinal. Con estas premisas, el modelo inglés promete una conducción ágil y precisa, lo cual es necesario para una berlina con enfoque deportivo como esta, pero sin embargo la dirección es eléctrica, algo que a priori sacrifica al conductor del tacto con la carretera.
Diésel de 163 cv, con un consumo de sólo 3,8 litros, desde 37.000 €.
En cuanto a motores, el XE se ha anunciado con el 3.0 V6 de 340 caballos sobrealimentado por compresor, que estará disponible en la versión XE S, y con un nuevo 2.0 diésel de cuatro cilindros y 163 caballos de potencia. También se incorporará a la gama otro 2.0 de cuatro cilindros gasolina que, al igual que el diésel, pertenece a la nueva familia de propulsores Ingenium del grupo Jaguar-Land Rover. La caja de cambios que se encargará de entregar la potencia a las ruedas traseras podrá ser manual de seis velocidades o la automática ZF de ocho relaciones.
De momento, los datos que conocemos son de esos dos motores. El 3.0 V6 además de presumir de alcanzar los cien kilómetros por hora en 5,1 segundos y de alcanzar los 250 km/h, homologa un consumo de 8,3 L/100 km y unas emisiones de 194 g/km de CO2. En el 2.0 diésel, el consumo homologado es de sólo 3,8 L/100 km y las emisiones son de 99 gramos.
El diseño del Jaguar XE se mantiene muy fiel al del XF, con un frontal más que similar. Los faros situados un poco más bajos parecen incluso más rasgados que los de su “hermano mayor” y la parrilla, que en este caso es más larga, hace que el frontal sea más imponente todavía. La trasera, que se diferencia algo más, es quizá lo más controvertido del coche. Los pilotos se extienden puede que demasiado por el ancho de la trasera y es posible que den a esta una sensación de estrechez. Quizá este efecto lo provoque, en parte también, los escapes de la versión S de las fotos, que se sitúan lejos de los extremos, y que por cierto tienen un escaso diámetro. Lo que sí se ve más claro es que estos pilotos se asemejan bastante en cuanto a forma a los de Audi.
En el interior encontramos un salpicadero con todo centrado en la parte que asciende de la división de los dos asientos. En ella, justo debajo de los aireadores centrales, se encuentra una pantalla táctil de 8” con la que se manejan muchas de las funciones del coche y la cual ofrece el sistema de infoentretenimiento ‘InControl’. Con este sistema y con una serie de aplicaciones, se podrá buscar parking, restaurantes o la gasolinera más cercana, e incluso permitirá a través del móvil arrancar el motor, programar el climatizador o bloquear las puertas.
Las dimensiones de esta berlina son de 4,672 metros de largo, 1,850 metros de ancho y 1,416 de alto, contando con una distancia entre ejes de 2,835 metros y una capacidad de maletero de 455 litros. Es sensiblemente más largo, ancho y bajo que un Serie 3 y además tiene una mayor batalla, aunque pierde en maletero con el germano.
Durante el Salón de París conoceremos todos los detalles, pero de momento ya se ha anunciado que el precio de partida es de 37.000 € con el motor diésel de 163 cv, aunque no llegará a los concesionarios hasta primavera de 2015. Poniéndolo en perspectiva con las versiones equivalentes de sus rivales, el precio es similar, siendo 2.000 € más caro que el 320d EfficentDynamics de BMW y 2.000 € más barato que el C220 BlueTEC de Mercedes. Sin duda estamos ante un duro rival para el trio alemán.
