Ford ha presentado la segunda generación de su S-Max, el monovolumen grande que mezcla la versatilidad de un 7 plazas, el dinamismo de una berlina y una estética con inspiración deportiva. Para aquellos que necesitan espacio pero no quieren cargar con la imagen típica de coche de familia numerosa, el S-Max repite la exitosa receta del modelo anterior, dejando la tarea de monovolumen más tradicional al Galaxy, el cual dentro de poco también se renovará.

En cuanto a estética, el frontal mantiene los rasgos actuales del resto de modelos con la parrilla “estilo Aston Martin” y unos faros afilados. Desde la vista lateral se puede apreciar como las líneas son ascendentes y como el techo cae ligeramente desde el pilar B, dándole ese aspecto "deportivo". En este nuevo modelo los pasos de rueda no están tan marcados, restándole presencia, pero sin embargo la cintura está algo más elevada y las ventanillas son más estrechas, algo que ayuda a su estética pero que quizá perjudique a los ocupantes. Pasando a la parte trasera, vemos que la luneta tiene una inclinación mayor que en su predecesor y que los pilotos se mantienen en posición horizontal.

Ford S-Max (Imagen: Ford)

Control por voz, asientos delanteros con función masaje o portón manos libres son algunas de las novedades.

En el interior encontramos un salpicadero que bien podría ser el de una berlina si no fuese por lo lejos que termina. En la consola central se encuentra una pantalla táctil de 8 pulgadas para manejar muchas funciones del coche, aunque el conductor también podrá controlar el climatizador, el navegador o incluso buscar un restaurante mediante la voz gracias al sistema SYNC 2. Opcionalmente, el cuadro de mandos podrá ser una pantalla en la que aparecerán virtualmente los relojes indicando la velocidad y las revoluciones, además de otro tipo de información de manera interactiva.

El habitáculo ha aumentado su confortabilidad, con respaldos de los asientos más finos para aumentar el espacio de las plazas traseras, y con un sistema de masaje que monitoriza la presión de los cojines en forma de ola para crear la sensación de que un rodillo masajea sutilmente la espalda, para reducir así la fatiga del conductor y del copiloto, manteniendo la estimulación de los músculos y de los vasos sanguíneos. Además se ha mejorado el sistema de climatización y el aislamiento exterior.

Interior Ford S-Max (Imagen: Ford)

La funcionalidad mejora también en este nuevo modelo con los asientos traseros, tanto de la segunda como de la tercera fila, que se pliegan con tan sólo pulsar un botón. Estos, permiten además 32 distintas combinaciones. Incorpora además, como opción, el sistema de portón manos libres que utiliza el Kuga, gracias al cual se puede abrir el maletero pasando el pie por debajo del parachoques.

Estará disponible con un sistema de tracción total inteligente.

Mecánicamente, el S-Max se ofrecerá en gasolina con el 1.5 Ecoboost de 160 caballos y el 2.0 Ecoboost de 240 cv, este último con cambio automático Powershift de doble embrague. En diésel estará disponible con el 2.0 TDCi desarrollando 120, 150 y 180 caballos, pudiendo ir asociado opcionalmente al cambio automático en las dos versiones más potentes. Como novedad, también estará disponible con un sistema inteligente de tracción a las cuatro ruedas.

Como no puede ser de otra manera hoy en día, Ford ha introducido tecnología para ayudar a la conducción, con sistemas como el de ‘Conducción Frontal Adaptativa’ que varía el ratio de giro entre el volante y las ruedas dependiendo de las circunstancias; el ‘Asistente Precolisión’, que primero alerta al conductor de choque inminente y después, en caso de no haber reacción, activa el freno; o distintos sistemas de ayuda al estacionamiento.

Ford S-Max (Imagen: Ford)

La seguridad se ha visto incrementada con el uso de materiales muy resistentes en su fabricación y de nuevos dispositivos, como los airbags laterales para la segunda fila de asientos. Además, para aquellos padres que dejen el coche a su hijo o hija con el carnet recién sacado, podrán hacer uso de la tecnología MyKey y programando una llave con la que, cuando esta se usa, el coche podrá inhibir las llamadas telefónicas entrantes, limitar la velocidad máxima, impedir la desactivación de los controles de ayuda a la conducción, reducir el volumen máximo del sistema de audio y desactivar el sistema de audio si los ocupantes no llevan puesto el cinturón de seguridad.

El debut oficial tendrá lugar en el Salón de París, donde conoceremos más datos y podremos ver más a fondo este nuevo modelo, del cual se espera que siga siendo un éxito. Pero quizá ahora no lo tenga tan fácil, ya que en este mismo salón le saldrá competencia francesa, porque Renault presentará un concepto similar de monovolumen. En cualquier caso, las ventas del S-Max arrancarán a lo largo de 2015.