Prácticamente a la vez de que se presentase el nuevo S-Max, Ford ha desvelado el restyling de otro de sus modelos monovolumen, el C-Max, para adecuarlo a la imagen actual de la marca y darle así una modernizada segunda etapa comercial hasta la llegada de su sustituto.

Los cambios se incluyen también en el Grand C-Max de 7 plazas, aunque en lo estético, este no recibe ninguna novedad en la parte trasera, debido a que la forma de los pilotos está condicionada por el carril de la puerta corredera y no pueden variarlos demasiado a la vez que tratar de mantener los rasgos característicos de la marca.

Estos cambios estéticos destacan sobre todo en el frontal y le dan una imagen más agresiva gracias a la famosa y controvertida parrilla, al rediseño de las ópticas y a un nuevo capó con dos nervios centrales muy marcados. En la trasera, el C-Max recibe unos nuevos pilotos traseros y el portón ahora está más despejado con el espacio para la matrícula mejor integrado, curiosamente como ya lo tenía el Grand C-Max anteriormente.

Ford C-Max (Imagen: Ford)

El interior gana una pantalla táctil de 8" y el sistema SYNC 2.

En el interior también encontramos mejoras. Lo más destacado es sin duda la pantalla táctil de 8 pulgadas que se añade a la consola central en sustitución de un montón de botones, haciendo más intuitivo el uso de los diferentes controles y ofreciendo un salpicadero más limpio. Las funciones de esta pantalla se podrán controlar por voz gracias al sistema SYNC 2. Además, el volante se sustituye por uno de tres radios, el cual podrá ser calefactable.

El aislamiento del habitáculo se ha aumentado a través del uso de cristales más gruesos y a un cierre más absorbente del portón del maletero. Para mejorar la insonorización de motor se ha utilizado un material amortiguador que reduce el ruido, y para reducir las vibraciones de este, se le ha añadido un volante bimasa.

Interior Ford C-Max (Imagen: Ford)

Se añade el 1.5 Ecoboost con 150 y 182 cv y el 1.5 TDCi con 95 y 120 cv.

Las novedades en este remozado C-Max llegan también a la gama de motores con la incorporación del 1.5 Ecoboost que amplía la oferta de gasolina con potencias de 150 y 182 caballos, sumándose a los 100 y 125 cv del 1.0 Ecoboost ya existentes. En diésel desaparece el 1.6 TDCi en favor de un 1.5 TDCi con 95 y 120 caballos, y se mantiene el 2.0 TDCi de 140 y 163 cv.

En el apartado tecnológico, el C-Max equipa sistemas de ayuda al estacionamiento, como el ‘Active Park Assist’ con el que el coche es capaz de maniobrar para aparcar; el ‘Park-Out Assist’, que maniobra para salir de una plaza en paralelo; o el ‘Cross Traffic Alert’, que avisa de si se acercan coches al salir del estacionamiento. Otros sistemas que puede llevar el C-Max son de seguridad activa, como el sistema de frenado en ciudad o el control de crucero adaptativo, y otros que ofrecen comodidad como el portón manos libres que se abre con pasar el pie bajo el parachoques.

Incorpora también el curioso sistema MyKey, perfecto para los hijos con el carnet recién sacado, con el que se puede configurar una llave para determinar la velocidad máxima del coche, el volumen máximo del equipo de sonido o directamente que no funcione si todos los ocupantes no llevan el cinturón de seguridad, e incluso poder inhibir las llamadas de teléfono entrantes.

Ford Grand C-Max (Imagen: Ford)