Renault ha aprovechado el Salón de casa para presentar la nueva generación de su monovolumen de grandes dimensiones. Como ya adelantaron el año pasado con la presentación del Initiale Paris Concept, el nuevo Espace no iba a seguir las pautas tradicionales de un coche de su segmento.
Hace 30 años, el Espace fue pionero en Europa de un concepto de coche familiar en el que primaba la habitabilidad para hasta siete pasajeros. En este Salón de París, Renault ha reinventado el modelo con la llegada de la quinta generación, mezclando el clásico concepto de monovolumen con el de crossover, dándole importancia, además de al mero espacio, a otros factores.
A principios de este siglo, Renault ya se atrevió con un monovolumen que rompía con todo lo comercializado hasta la fecha, el Avantime, pero se marcaron un estrepitoso fracaso. Esta vez, con la irrupción de los vehículos sobreelevados y el actual éxito de un monovolumen de aires deportivos como es el Ford S-Max, Renault se ha atrevido a sustituir el veterano Espace, que lleva más de diez años a la venta, por este revolucionario modelo.
Carrocería más baja y suspensión elevada, una mezcla entre monovolumen y crossover.
A primera vista impresiona su alargada carrocería junto con su baja estatura y la suspensión elevada. Además, cuenta con una cintura muy alta y unas ventanillas bastante estrechas, lo que da más sensación de estar ante un SUV. El frontal ofrece una imagen imponente con unos faros rasgados que siguen la línea de la calandra, mientras que en la trasera los pilotos se acoplan a la luneta por los laterales y la zona inferior.
Entrando en cifras concretas, el Renault Espace mide 4,85 metros de longitud, 1,87 metros de anchura y 1,68 metros de altura, con una distancia entre ejes de 2,88 metros. Respecto a la generación anterior este nuevo modelo es 19 milímetros más largo, quedando prácticamente igual que el Grand Espace; 1 centímetro más ancho y 5 centímetros más bajo, pese a que la altura al suelo es 4 centímetros más alta, alcanzando los 16.
El habitáculo cuenta con hasta siete plazas distribuidas en tres filas, siendo las de la segunda totalmente independientes. Una de las cosas más destacables es el sistema de plegado automático de asientos que se activa simplemente con pulsar un botón. En el caso de prescindir de la última fila de asientos, la capacidad del maletero es de 660 litros.
En el salpicadero encontramos una consola flotante que se prolonga hasta el túnel central, donde va situada una pantalla táctil de 8,7 pulgadas en posición vertical con la que interactuar con el sistema R-Link 2. Llama la atención el sistema de iluminación ambiental personalizable del interior, con el que poder elegir entre distintos colores de luz para el interior.
En cuanto a motores, la gama estará compuesta en diésel por el 1.6 dCi de 130 caballos y el 1.6 dCi biturbo de 160 cv asociado al cambio automático EDC de siete velocidades, y en gasolina al 1.6 TCe de 200 caballos con cambio EDC también. Con estos propulsores de la familia Energy, Renault promete un consumo un 20% menor que en la generación anterior.
Disponible con 130 y 160 caballos en diésel y con 200 caballos en gasolina.
La dureza de la amortiguación será configurable, así como la de la dirección, y se podrán seleccionar distintos tipos de respuesta de motor y caja de cambios según los modos ‘Eco’, ‘Comfort’, ‘Neutral’ y ‘Sport’. Muy a tener en cuenta será el sistema de ruedas traseras directrices ‘4Control’, de serie en todas sus versiones, para la mejora de maniobralidad. El Espace está fabricado sobre la plataforma modular CMF, que utiliza materiales ligeros como el aluminio, con lo que se ha conseguido reducir el peso en 250 kilos respecto al modelo anterior.
Para un mayor lujo y distinción, Renault ha presentado en este modelo, a la vez que en el Clio, el acabado Initiale Paris, como el mayor de los niveles de equipamiento de la marca, que se espera, se extienda al resto de la gama.
