La segunda generación del SUV grande de Audi acaba de ser presentada, aunque no se hará de forma oficial hasta el Salón de Detroit, durante mediados del próximo mes de enero, donde la prensa y el público podrán verlo por primera vez .

El nuevo Q7 va montado sobre la actualizada plataforma modular del grupo VAG preparada para alojar motores en posición longitudinal, la denominada MLB Evo, que se encarga de estrenar y que servirá también para los futuros modelos de la marca del A4 en adelante y para otros modelo del grupo.

Las dimensiones respecto a la generación anterior se han reducido ligeramente. Este nuevo Q7 tiene unas medidas de 5,05 metros de longitud, 1,97 metros de anchura y 1,74 metros de altura, con una batalla de 2,99 metros. Respecto a su antecesor es casi cuatro centímetros más corto, un centímetro y medio más estrecho, de altura prácticamente no varía y la distancia entre ejes sólo disminuye un centímetro. Pese a esto, Audi anuncia que la habitabilidad interior se ha visto aumentada.

Audi Q7 S-line (Imagen: Audi)

Sus dimensiones se reducen pero aumenta el espacio interior y el peso es 325 kilos inferior.

Los clientes podrán elegir entre un habitáculo con 5 o 7 plazas. Las dos plazas adicionales son en este nuevo modelo más utilizables al contar con más espacio y están homologadas como infantiles de Grupo 3. El maletero cuenta con una capacidad de hasta 890 litros con los asientos plegados, pero con las 7 plazas ocupadas el volumen de carga será de 295 litros.

Uno de los puntos más destacables de este nuevo modelo son los 325 kilos que adelgaza, dejando la báscula en 1.995 kilogramos con el 3.0 TDI bajo el capó. Esto se debe al uso de materiales ligeros como el acero de alta resistencia y el aluminio para la fabricación del chasis y también de aluminio para los paneles de la carrocería. El uso de estos materiales en el chasis, más resistentes además de ligeros, aumenta también la seguridad pasiva de los ocupantes.

Audi Q7 S-line (Imagen: Audi)

La gama de motores estará compuesta inicialmente por el V6 gasolina 3.0 TFSI de 333 caballos y por el V6 diésel 3.0 TDI de 272 caballos. Más adelante se añadirá como nivel de acceso el mismo bloque diésel con 218 caballos y llegará además una versión híbrida diésel enchufable, bajo la denominación Q7 e-tron Quattro, que desarrollará 373 caballos.

El consumo medio homologado de la versión de 333 cv es de 7,7 litros a los 100 kilómetros con unas emisiones de 179 gramos de CO2 por kilómetro. Consigue con esta potencia una velocidad máxima de 250 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. El TDI de 272 cv homologa, sin embargo, un consumo de sólo 5,7 litros y unas emisiones de 149 gramos, y logra alcanzar 234 km/h y llegar a 100 km/h desde parado en 6,3 segundos.

Audi Q7 S-line (Imagen: Audi)

Opcionalmente puede elegirse con el interesante sistema de cuatro ruedas directrices.

Acoplado a estos motores estará la caja de cambios automática Tiptronic de ocho velocidades y convertidor de par, que puede manejarse en modo manual secuencial con las levas del volante o la palanca selectora cuando el conductor lo prefiera. La potencia es enviada a las cuatro ruedas a través de un diferencial autoblocante mecánico que la distribuye en proporción 40:60 a los dos ejes.

La suspensión del nuevo Q7 es multibrazo en los dos ejes, sustituyendo a la de doble triangulo del modelo anterior, y la dirección es ahora electromecánica, de forma que la dureza aumenta a medida que la velocidad es mayor y viceversa. Además, opcionalmente se puede equipar un sistema de cuatro ruedas directrices, con el que las traseras acompañan ligeramente el giro de las delanteras, aumentando la estabilidad en carretera, o giran en sentido contrario yendo a baja velocidad, disminuyendo el radio de giro y facilitando así la maniobrabilidad en ciudad.

Audi Q7 S-line (Imagen: Audi)

El diseño evoluciona, dentro de los márgenes conservadores de Audi, siguiendo los nuevos rasgos de los modelos actuales de la marca. El frontal resulta ahora más imponente, con unas líneas más rectas y horizontales. El lateral es lo que más recuerda al modelo anterior, con un nervio recto que recorre toda la carrocería por la parte superior y con unos pasos de ruedas bastante marcados que acompañan la forma circular. La trasera mantiene el mismo estilo visto en el frontal, muy recta y horizontal.

El interior mantiene las mismas pautas que el exterior, y en él podemos apreciar un salpicadero muy horizontal en el que destaca una línea de rejillas que lo recorre y sobre la que se camuflan las salidas de aire del climatizador, algo que recuerda al recurso utilizado en el Volkswagen Passat. En la parte superior, al activarse, emerge una pantalla de 7 pulgadas que se puede manejar con los mandos del sistema ‘MMI all-in-touch’ situados en el túnel central y que permite disfrutar del sistema de infoentretenimiento. Además, gracias al nuevo control por voz, se podrá obtener información de restaurantes cercanos, hacer llamadas o encender el reproductor de música fácilmente con frases coloquiales como “Quiero comer algo”, “Conéctame con Pedro” o “quiero escuchar mi iPod”.

Interior Audi Q7 S-line (Imagen: Audi)

El clásico cuadro de mandos de agujas situado detrás del volante puede ser sustituido por una pantalla de 12,3 pulgadas que da vida al ‘Audi Virtual Cockpit’, un sistema que muestra además de la información del velocímetro y cuentarrevoluciones, una serie de gráficos 3D como el navegador u otro tipo de información del sistema de infoentretenimiento.

Los ocupantes de las plazas traseras podrán disfrutar también de estos sistemas de entretenimiento con dos “tablets” desmontables de 10,1 pulgadas con sistema operativo Android y conectadas al sistema MMI del coche. Y todos los viajeros, conductor incluido, tendrán la posibilidad de gozar de su música con el sonido 3D del equipo Bang & Olufsen de 23 altavoces y 1.920 vatios de potencia.