Aprovechando la visita del Rey Felipe VI a la factoría de SEAT en Martorell, junto al presidente de la Generalitat Artur Mas y al ministro de industria José Manuel Soria, con motivo del acto institucional del 30 aniversario del Ibiza, la marca tenía preparada una sorpresa para el monarca.

El primer coche siempre es especial, sea cual sea, tenga más o menos años y haya pasado por las manos de toda tu familia o lo hayas sacado nuevo del concesionario. Aquel coche con el que uno se suelta a conducir de verdad, vive sus primeras historias al volante y se hace los primeros viajes y escapadas con los amigos o junto a aquel amor de la juventud nunca se olvida.

En el caso de Felipe VI, su primer coche fue un SEAT Ibiza 1.5 SXI de 3 puertas y color dorado que su padre, el Rey Juan Carlos I, le regaló por su 18 cumpleaños en 1986.

El Rey Felipe VI en su antiguo Ibiza (Imagen: SEAT)

Respecto a los demás Ibiza de la época, el de Don Felipe de Borbón y Grecia tenía algunas peculiaridades que lo distinguían por otras cosas además de por su color. El motor 1.5 System Porsche era de inyección electrónica y desarrollaba 100 caballos, como ya se vendía en el Málaga Injection, pero era algo que no se vio en la gama Ibiza hasta dos años después, precisamente con la llegada de la versión SXI. En aquel momento el motor todavía se ofrecía con doble carburador y 90 caballos.

Equipaba además aire acondicionado antes que ninguno y otros elementos como los asientos Recaro o el equipo de sonido Alpine que no estaban disponibles en el catálogo. Estéticamente también era algo distinto y tenía unas aletas traseras ensanchadas y un pequeño alerón, vistos exclusivamente en la versión ‘Bolero’ del mercado holandés. El parachoques frontal con antinieblas integrados era el de la aún inexistente versión SXI, de la cual llevaba los anagramas en los marcos de las puertas.

Tras 16 años sin utilizarse y con 152.000 kilómetros en su marcador, el coche ha sido restaurado por completo por el equipo de SEAT Coches Históricos, liderado por Isidre López. El resultado final ha sido expuesto al Rey en su última visita a la fábrica, el cual mostró su asombro al reencontrase años después con su primer coche y no dudó en sentarse de nuevo en él. Este Ibiza “real” se sumará a la colección del museo de la marca junto a otros más de 250 modelos.