Casi nueve años después de hacer realidad el por entonces futurista prototipo Le Mans Quattro, Audi presenta en el Salón de Ginebra la segunda generación del R8, el deportivo de los cuatro aros que en este tiempo se ha consagrado entre los vehículos más deseados por el público y ha servido de gran estandarte para la marca.

Continuista. Quizá esa sea la palabra que se viene a la mente nada más ver las primeras imágenes del nuevo modelo, algo que sin embargo no sorprende viniendo de Audi. Mantiene una estética muy parecida pero con líneas más rectas y angulosas, las cuales parecen ser tendencia en los últimos y futuros modelos de la marca. Resulta inevitablemente contradictorio con lo rompedor que fue el anterior R8 en su momento.

Audi R8 Plus (Imagen: Audi)
Audi R8 Plus (Imagen: Audi)

Lo más importante, al fin y al cabo, está detrás de los asientos. En posición central trasera y dispuesto longitudinalmente, se encuentra el motor 5.2 FSI V10 de aspiración natural desarrollando 540 caballos y 540 Newtons metro de par máximo. Esta potencia es transmitida a las cuatro ruedas a través de la caja de cambios automática S tronic de 7 relaciones.

El reparto de par entre los dos ejes puede variar completamente dependiendo de la adherencia disponible en cada momento. En circunstancias normales el 100 % de la potencia es enviado al tren posterior pero, si fuese necesario, podría enviarse en su totalidad a las ruedas delanteras.

Desde el primer momento Audi ofrecerá una versión más prestacional denominada R8 Plus, en la cual la potencia aumenta hasta los 610 caballos y 560 Nm, siendo capaz de acelerar desde parado hasta los 100 km/h en sólo 3,2 segundos, de llegar a 200 km/h en 9,9 segundos y de alcanzar una velocidad punta de 330 kilómetros por hora.

Audi R8 (Imagen: Audi)
Audi R8 (Imagen: Audi)

Gracias al uso de aluminio y plástico reforzado de fibra de carbono en su fabricación, el peso del nuevo R8 es 50 kilos inferior, dejando la báscula en 1.454 kilogramos. Estos materiales otorgan, además, una mayor rigidez a la estructura conocida como ‘Audi Space Frame’.

R8 y R8 Plus, mismo V10 con 540 y 610 caballos de potencia.

Aunque no sea algo demasiado relevante en un vehículo de altas prestaciones como este, el consumo se ha reducido, consiguiendo homologar respectivamente en sus dos versiones 11,8 y 12,4 L/100 km. Una de las causas de esto es el sistema de desactivación de cilindros, que anula una de las dos bancadas del motor cuando se circula en marchas largas a bajas revoluciones.

Audi R8 (Imagen: Audi)
Audi R8 (Imagen: Audi)

De aquella batalla con BMW por los faros láser algo tenía que heredar, pero sólo de manera opcional equipará esa tecnología en las luces largas. Otros elementos opcionales son las llantas de 20 pulgadas (de serie en el Plus), la suspensión adaptativa ‘Magnetic drive’ o la dirección variable.

Profundizando en lo estético, vemos que la parrilla, esta vez de “panal de abeja”, es de forma hexagonal y que las dos tomas de aire laterales reducen su tamaño. El lateral cuenta con unos nervios en las puertas mucho más marcados y las “side blades” ahora aparecen divididas. En la zaga, las salidas de escape son en esta ocasión romboidales, los pilotos están más estilizados y a su forma se acoplan las rejillas de refrigeración. La versión Plus incluye además un alerón fijo para una mayor carga aerodinámica.

Interior Audi R8 (Imagen: Audi)
Interior Audi R8 (Imagen: Audi)

El interior cuenta con un salpicadero bastante simple y en el que la forma de los aireadores del climatizador se podría considerar un guiño al anterior R8. Tras el volante, el cuadro de mandos es una pantalla de 12,3 pulgadas la cual ofrece toda la información útil para el conductor, como la del propio GPS.

El nuevo Audi R8 comenzará su comercialización en nuestro país durante el próximo verano a un precio de 191.800 € y de 214.800 € en el caso del R8 Plus. Más adelante se ofrecerá, únicamente bajo pedido, el R8 e-tron, una versión eléctrica que desarrollará 462 caballos y que contará con una autonomía de hasta 450 kilómetros.