El Opel Astra se renueva una vez más con esta cuarta generación, internamente conocida por la letra K, que presenta esta vez un aspecto más continuista y que resulta fácilmente identificable. De momento se da a conocer la versión “normal” de cinco puertas pero se espera que en los próximos meses aparezca el sedán y la variante familiar. No así el GTC de tres puertas que, parece, no veremos en esta generación.
La principal premisa de Opel a la hora de desarrollar el nuevo Astra era clara: reducir drásticamente el peso. Y así lo han hecho, después de que el modelo anterior padeciese de sobrepeso y de que todas las críticas se centrasen en ello. Tras el sometimiento a una dura dieta, basada en materiales livianos para la fabricación del chasis y la carrocería, la nueva generación es hasta 200 kilos más ligera según versión y acabado, pero como mínimo habrá una diferencia de 120 kilos.
La plataforma sobre la que irá construido es la D2XX de General Motors y sus dimensiones, aunque poco, también se verán reducidas. De largo tendrá una medida de 4'37 metros, siendo 2'66 de ellos de la distancia entre ejes, y la altura será de 1'46 metros. La marca no ha facilitado la medida del ancho, pero con los datos que de momento se saben, el nuevo Astra es cinco centímetros más corto y 2'6 centímetros más bajo que su antecesor.
El nuevo Astra consigue perder hasta 200 kilos respecto al anterior modelo.
Gracias a su adelgazamiento, el nuevo Astra promete una conducción mucho más ágil además de conseguir un consumo más reducido, algo en lo que también interviene la aerodinámica mejorada y los motores Opel de última generación.
En estos, gasolina y diésel de la familia ECOTEC, la potencia irá desde los 105 hasta los 200 caballos. La oferta de los primeros arrancará con el 1.0 SIDI de tres cilindros y 105 caballos de potencia, por encima estará el 1.4 SIDI con 145 caballos y se espera que sea el 1.6 SIDI con 200 caballos el tope de gama. En diésel, el 1.6 CDTI se encargará de cubrir toda la oferta a partir de 110 caballos.
Estéticamente, como ya se ha comentado, se mantiene bastante continuista en general pero se aprecia una evolución evidente. Destaca la vista lateral con el atrevido pilar C flotante y un nervio muy marcado que recorre la carrocería de manera ascendente. Se puede apreciar algún detalle quizá no del todo bien resuelto, como el plástico negro que simula ser la extensión de la ventanilla delantera, haciéndola terminar en pico, para ni más ni menos que el pilar A resulte visualmente menos pesado en esa zona. Llama desde luego la atención.
El interior, sin embargo, poco tiene que ver con lo visto en la anterior generación. El salpicadero se deshace de casi todos los botones que plagaban la consola central cual Boeing 747 y la mayoría de las funciones pasan a controlarse desde la pantalla táctil de ocho pulgadas que se sitúa en la parte superior. El sistema de infoentretenimiento es el nuevo IntelliLink R 4.0 compatible con ‘Android Auto’ y ‘CarPlay’ de Apple para permitir una mayor conectividad con el smartphone del conductor.
Estará disponible, además, un servicio de asistencia y conectividad personal llamado 'Opel OnStar' con el que se podrá contactar en todo momento los 365 días del año con un asesor para cualquier tipo de asistencia en carretera o ayuda de cualquier tipo, y que, por supuesto, en caso de accidente éste automáticamente se comunicará con los ocupantes y avisaría a los servicios de emergencia si no recibiese respuesta.
Otra de las novedades serán los faros IntelliLux LED con sistema matricial, que permiten conducir con las luces de largo alcance sin deslumbrar a los demás vehículos, adaptando para ello constantemente el haz de luz para esquivarlos. Estas se conectan automáticamente al abandonar zona urbana. Son una primicia en el segmento de los compactos.
