El SUV más pequeño de BMW pasa el testigo a la segunda generación para continuar con el éxito cosechado en el segmento de los compactos sobreelevados de nivel “premium”, inexistente hasta el momento de su aparición en 2009. Seguirá batallando, ahora con armas renovadas, con sus rivales de Audi y Mercedes, los Q3 y GLA.
Montado sobre la plataforma UKL, empleada también en el nuevo Mini y en el Serie 2 Active Tourer, la tracción deja de ser trasera, como era norma en la marca bávara hasta la llegada de esta nueva estructura a la gama baja, pasando así al eje delantero. Habrá, eso sí, versiones disponibles con tracción a las cuatro ruedas.
Sus dimensiones varían mínimamente respecto al modelo anterior, siendo ahora dos centímetros más corto y perdiendo nueve centímetros de distancia entre ejes, pero sin embargo es tres centímetros más ancho y 5 centímetros más alto. Se queda por lo tanto en unas cotas de 4,43 metros de largo, 1,82 metros de ancho y 1,59 metros de alto, con una batalla de 2,67 metros.
Más "X" que nunca: gana presencia asemejándose a sus "hermanos" mayores.
La gama inicialmente estará compuesta en gasolina por los sDrive20i y xDrive20i, ambos de 192 caballos con tracción delantera y 4x4 respectivamente, y el xDrive25i de 231 caballos. En diésel estará el sDrive18d de 150 caballos, el xDrive20d de 190 caballos y el xDrive25d de 231 caballos. Más adelante se prevé que se añada el sDrive18i de tres cilindros y 136 caballos y el sDrive16d, también tricilíndrico, con 116 caballos.
El consumo medio del X1 anunciado por BMW es de hasta 4,1 L/100 km en el diésel de 150 cv y de hasta 5,9 L/100 km en el gasolina de 192 cv. La transmisión podrá ser manual de seis velocidades o, si se prefiere, automática Steptronic de convertidor de par y ocho marchas.
A la vista se aprecia perfectamente una mayor robustez respecto al modelo anterior. Gana presencia y aparenta ser más un X3 en tamaño reducido que un Serie 1 levantado. El frontal es bastante imponente, debido al gran tamaño de las dos entradas de aire típicas de la parrilla, y la trasera tiene mayor empaque, siendo más alta y vertical.
El interior no sorprende a nadie, es muy similar al de todos los modelos de la marca, con la consola central orientada ligeramente hacia el conductor y la pantalla del sistema multimedia sobresaliendo por encima. Los asientos se han elevado unos centímetros, lo que dará mayor sensación “todoterreno” desde dentro, y la capacidad del maletero aumenta considerablemente hasta los 505 litros.
El cliente podrá elegir entre cuatro niveles de acabado: ‘Advantage’, ‘Sport Line’, ‘xLine’ y ‘M Sport’. Este último, firmado por la filial deportiva, incluye suspensión deportiva, un pack exterior con parachoques y taloneras específicos, llantas de 18 o 19 pulgadas también específicas y otros detalles estéticos tanto exteriores como interiores.
Su primera aparición pública será en el Salón de Frankfurt el próximo mes de septiembre, donde se presentará oficialmente, y será un mes después cuando llegue a los concesionarios españoles.
