Todo buen alfista tenía marcado en el calendario de este año el día 24 de junio. Era el día del 105 aniversario de la gloriosa marca de Milán y el elegido por el equipo directivo de Sergio Marchionne para presentar el modelo que supone el giro definitivo, al fin posible, hacía la recuperación de la filosofía y del espíritu original de Alfa Romeo, dejado atrás hace un par de décadas.
Quieren hacer olvidar la mala fama de finales de los 80’, recuperar el “Cuore Sportivo” del que siempre han presumido, devolver esas sensaciones de una conducción pasional a quien se siente tras el volante y posicionar la marca a la altura de BMW, como en antaño, pero con su estilo particular e inimitable.
Se acabó la etapa de la crisis financiera que puso en duda la supervivencia de Alfa Romeo y de los planes de futuro que no terminaban de ver la luz. La adquisición de Chrysler por parte del grupo FIAT permite un mayor colchón financiero, el aumento de amortización de las inversiones y el uso de la red comercial de Estados Unidos, pudiendo ahora sí relanzarla.
El acto de presentación tuvo lugar en el museo de la marca, en Arese, que reabría sus puertas ese mismo día tras varios años cerrado por necesidad de reforma y problemas económicos para afrontarla. Fue un evento que aglutinó una gran expectación y que contó con la célebre actuación del tenor Andrea Bocelli, quien entonaba el Nessun Dorma mientras por un lateral del escenario hacía aparición el Alfa Romeo Giulia.
Una apuesta fuerte por recuperar sensaciones y ser la alternativa real a las marcas "premium" con su personalidad italiana.
Se pudo ver su silueta de tres volúmenes, con un morro alargado y unos voladizos muy cortos. Era el Quadrifoglio Verde, la versión más deportiva, como se apreciaba en su agresividad y en el trébol de cuatro hojas de la aleta delantera. El frontal, muy contundente y vertical, quizá haciendo un guiño al pasado, está presidido por la calandra con su forma típica, y a los lados le acompañan los dos imponentes faros.
En la trasera, los pilotos quizá hagan que la zaga no resulte tan familiar como el frontal, inconfundiblemente Alfa. Como buena versión de altos vuelos, encontramos un difusor y dos salidas dobles de escape a distinta altura, situadas a cada lado, además de un pequeño spoiler de fibra de carbono sobre la tapa del maletero.
Normalmente las marcas presentan sus modelos con la gama normal y al cabo de un tiempo aparecen las versiones deportivas. En este caso, Alfa Romeo ha optado por dar el golpe sobre la mesa desde el principio, evitar así especulaciones, crear un efecto halo sobre el modelo, y mandar un mensaje claro: “De esto es capaz la nueva Alfa Romeo”.
Y definitivamente han decidido ir con todo. El corazón del Giulia Quadifoglio Verde es nada menos que un V6 biturbo de origen Ferrari que eroga una potencia de 510 caballos, con la que será capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. Se posiciona como el más potente de la categoría junto al Mercedes-AMG C63 S, toda una declaración de intenciones que se suma al regreso de la tracción trasera a la marca del biscione, vista por última vez en el Alfa 75 (exceptuando los deportivos 8C y 4C) y que era algo imprescindible para recuperar el sabor original.
Además de este tipo de tracción, que incorpora toda la gama, habrá disponible opcionalmente un sistema de tracción a las cuatro ruedas, al igual que también se podrá optar por una caja de cambios automática, ante el cambio manual de serie. Del resto de motorizaciones aún no hay datos oficiales pero se habla de 180, 250 y 330 caballos en gasolina a partir de un 2.0 Multiair y de 140, 180 y 210 caballos en diésel con el 2.2 MultiJet.
Vuelve la tracción trasera a la marca y el tope de gama cuenta con un V6 Ferrari central-delantero de 510 cv.
La plataforma sobre la que está montado el Giulia es la denominada ‘Giorgio’, la cual permite disponer el motor longitudinalmente y por detrás del tren anterior, en posición central delantera. Esto ha hecho posible que el reparto de los 1.530 kilos que pesa el coche sea perfecto, del 50% entre los dos ejes, por lo que gozará seguro de un gran dinamismo.
En su fabricación se ha empleado acero de alta resistencia y se ha conseguido hacer el chasis más rígido del segmento. También, para hacerlo más ligero, se ha hecho uso de aluminio en elementos como las suspensiones y, en el caso del Quadrifoglio Verde, el techo y el capó son de fibra de carbono.
El interior luce totalmente nuevo respecto a los modelos actuales de la gama y no encontramos ningún elemento ya utilizados en otros coches, sino que todas las piezas son específicas. Se nota cierta inspiración clásica en el diseño del salpicadero, especialmente en ese volante de tres radios con el eje central circular. Destaca la pantalla del sistema multimedia perfectamente integrada en una zona acristalada de la parte superior de la consola central.
Nueva vida, nuevo logo: el scudetto se moderniza
En pleno cambio de rumbo, se ha aprovechado también para renovar el logo de la compañía, el cual ya luce el Giulia en su calandra. Una señal inequívoca de que se ha marcado un antes y un después en Alfa Romeo. Se simplifican los detalles, se sustituye el dorado de las letras y los contornos por el plateado, el fondo es ahora enteramente blanco y no hay división entre la cruz de San Jorge y el biscione.
