La prestigiosa marca británica de Crewe que siempre ha acostumbrado a fabricar grandes y elegantes berlinas y coupés de lujo, además de laureados coches de carreras en sus primeros años de existencia, sucumbe a la moda de los SUV para desgracia de muchos puristas.
El mercado lo demanda y se da por seguro que en Oriente Medio o en otros países como China, donde abundan ostentosos millonarios, el éxito está garantizado y el grupo VAG no quiere desaprovechar este tirón. También lo veremos, por supuesto, circulando por las mejores calles de las grandes ciudades europeas.
Como curiosidad, el nombre de este nuevo coche, aunque no lo parezca, tiene bastante que ver con España, concretamente con las Islas Canarias; ya que es de origen guanche y es famoso por el conocido Roque de Gran Canaria que así se llama. La marca también atribuye su significado a la unión del apellido de su fundador con la taiga, la gran superficie boscosa que corona el norte de nuestro hemisferio.
Montado sobre la plataforma modular MLB Evo, que comparte con el nuevo Audi Q7, el Bentayga cuenta con una longitud de 5,141 metros, una anchura de 1,998 metros y una altura de 1,742 metros, además de una batalla de 2,992 metros. Es uno de los SUV más grandes que podemos encontrar y, por lógica, el peso va acorde con 2.422 kilogramos.
Su motor es el 6.0 W12 TSI biturbo de 608 caballos y 900 Newton metros, la última evolución del propulsor de doce cilindros de Volkswagen, que incluye un nuevo sistema de lubricación pensado para soportar un uso off-road entre otras novedades que lo hacen más eficiente. Acoplado a él se encuentra una caja de cambios ZF automática de ocho relaciones que envía la potencia a las cuatro ruedas mediante un diferencial de tipo Torsen.
El Bentayga es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 4,1 segundos y consigue alcanzar la escalofriante velocidad de 301 kilómetros por hora, siendo por lo tanto el SUV más rápido del mundo a la vez que el más potente.
Alcanza 301 km/h de velocidad punta y se pone de 0 a 100 en 4,1 segundos pero su característica principal es la de atravesar dunas a todo lujo.
Estéticamente nos encontramos con los rasgos del Continental GT muy reconocibles, con la contundente calandra rectangular y los doble faros circulares en el frontal. En el lateral discurren dos nervios bastante marcados hasta un tres cuartos trasero muy musculoso como el del coupé. La trasera dibuja con sus líneas un pequeño spoiler debajo de la luneta y los pilotos rectangulares también resultan familiares. Algunas líneas se han mantenido del concept EXP 9 F que prefiguraba este modelo, pero su imagen más Mulsanne, más clásica, se desestimó por esta algo más deportiva.
El interior recuerda en mayor medida a aquel prototipo conceptual, especialmente por el moderno volante. La consola central, en madera, divide el salpicadero envuelto por el cuero que cubre la parte superior del resto. En ella se sitúa la pantalla táctil de 8 pulgadas con la que manejar el sistema de infoentretenimiento y, si el cliente lo desea, un reloj mecánico Mulliner Tourbillon de la firma Breitling en la parte superior.
Podrá elegirse un habitáculo con cuatro o cinco plazas, y más adelante también estará disponible con siete. Los asientos delanteros de cuero perforado, calefactables y ventilados, cuentan con más de una veintena de configuraciones y seis niveles de masaje para ofrecer el máximo confort al conductor y el pasajero. En el caso de ser cuatro plazas, los asientos traseros también serán ajustables, ventilados y tendrán función masaje. Uno de sus puntos negativos es el maletero, que sólo es capaz de albergar 430 litros (hasta la bandeja), lo mismo que un Nissan Qashqai.
En cuanto a personalización, la carrocería tiene hasta 90 colores disponibles y el interior 15 acabados distintos. Contará también con una lista de accesorios pensada para distintos estilos de vida, en la cual llama la atención una lujosa cesta de pícnic refrigerada situada en el maletero, que incluye vajilla y cubertería fina.