Por fin Tesla ha hecho oficial su nuevo modelo, el tercero en incorporarse a la gama, y que muchos llevan esperando desde que se presentó el prototipo hace ya más de tres años. Es un SUV, respondiendo a la demanda que tienen este tipo de modelos actualmente, y es todo lo que uno espera que sea un Tesla: pura innovación.

Respecto al concept mencionado, apenas hay cambios estéticos. Mantiene esa forma de todoterreno pseudo-coupé con los rasgos del Model S, aunque encontramos que la calandra ha desaparecido. Lo que sí se mantiene, y es una de sus características más reconocibles, son las puertas traseras que se abren automáticamente al estilo “alas de gaviota” con un sistema de sensores que evita golpearlas con techos bajos y que sólo precisan de 30 centímetros de distancia lateral para poder desplegarse (ver el vídeo tras el texto a partir del minuto 19:00).

Tesla Model X (Imagen: Tesla)
Tesla Model X (Imagen: Tesla)

El sistema de propulsión es el mismo que el de la berlina, con dos motores eléctricos, uno para el tren delantero y otro para el trasero, alimentados por baterías que van situadas debajo del suelo del habitáculo. Esto último hace que el centro de gravedad esté mucho más bajo que en el resto de SUVs y le concederá un comportamiento más dinámico que el de sus rivales.

Inicialmente, la gama estará compuesta por dos versiones, la 90D de 524 caballos y la más prestacional P90D de 772 caballos, ahí es nada; contando con una autonomía de 413 kilómetros en el primer caso y de 400 kilómetros en el segundo.

El Model X P90D dispondrá del ya conocido ‘Ludicrous Mode’ (modo absurdo en castellano) con el que será capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en algo más de 3,2 segundos cuando esté activado, perfecto para dejar en ridículo a más de un superdeportivo en los semáforos. Ambas versiones alcanzarán una velocidad máxima limitada de 250 km/h, pero da la impresión que sin la limitación podría superar al recién coronado SUV más rápido del mundo, el Bentley Bentayga.

Tesla Model X (Imagen: Tesla)
Tesla Model X (Imagen: Tesla)

Sin igual: un SUV eléctrico de altas prestaciones con puertas de "alas de gaviota" y que sirve de búnker en caso de ataque bioquímico.

La compañía de Silicon Valley asegura haber construido el coche más seguro del mundo, y al menos las pruebas de choque indican que consigue las cinco estrellas en todas las categorías, siendo la primera vez que un SUV lo logra. Pese a carecer de una masa en el frontal como lo es un motor de combustión, su estructura está totalmente capacitada para absorber perfectamente impactos frontales gracias al empleo de aluminio en su fabricación.

Pero lo más llamativo es que, además de ser un coche muy seguro en caso de accidente de tráfico, también lo es en caso de ataque bioquímico. Uno de los modos de su climatizador es el ‘Bioweapon Defense Mode’, que según el director de la marca es la mejor defensa civil ante un ataque de este tipo. Consta para ello de un filtro de aire diez veces más grande que el de un coche normal y con una capacidad 300 veces superior de filtrado de bacterias, 500 veces superior de filtrado de alérgenos, 700 veces superior de filtrado de partículas en suspensión y 800 veces superior de filtrado de virus.

Interior Tesla Model X (Imagen: Tesla)
Interior Tesla Model X (Imagen: Tesla)

Este esterilizado habitáculo cuenta con seis o siete plazas y será además muy luminoso, debido a la gran luna delantera que llega hasta la altura de la cabeza del conductor y su acompañante, además de las dos ventanas superiores de las plazas traseras. El salpicadero, sin sorpresa, cuenta con una gran pantalla de 17 pulgadas dispuesta verticalmente con la que manejar todas las funciones, ya que no le acompaña ni un sólo botón.

Quien desee hacerse con uno ya puede reservarlo a través de la web de Tesla depositando una señal de 5.000 dólares. No, en España aún no hay servicio oficial pero un distribuidor se encarga de la logística para traer el coche desde Holanda, de su matriculación y del resto de trámites. Lo cierto es que no será barato, ya que su precio de partida es de 130.000 dólares en Estados Unidos.