La décima generación de la berlina de la Clase E de Mercedes ha hecho aparición en el Salón Internacional de Norteamérica que se celebra cada año en Detroit. Denominado internamente con el código W213, será sin duda uno de los referentes del segmento E con el que buscarán medirse los próximos modelos de otras marcas como el ya en camino futuro BMW Serie 5.
Su estructura está fabricada en acero de alta resistencia y aluminio, lo que la hace más rígida y permite ahorrar peso al coche. En comparación con el modelo al que sustituye, el nuevo Clase E crece 43 milímetros hasta alcanzar los 4,923 metros de longitud y aumenta su distancia entre ejes en 65 milímetros, lo cual dará mayor habitabilidad al interior.
La gama estará compuesta inicialmente por el E200 con 184 caballos en gasolina, por el E220d con 195 caballos y el 350d con 258 caballos en diésel, y por el híbrido enchufable E350e con 279 caballos. Más adelante a la oferta de gasolina se sumarán los E300 y E400 con 245 y 333 caballos respectivamente, y el diésel E200d se posicionará como nivel de entrada a la gama con 150 caballos. Es de suponer que a lo anunciado también se incorporará el E450 AMG como antesala a la versión pura de AMG.
Todas las versiones que de inicio se ponen a la venta estarán asociadas a la caja de cambios automática 9G-Tronic de convertidor de par y nueve relaciones, por lo que parece que el cambio manual quedará relegado a la motorización base. El sistema de tracción total 4Matic también estará presente y se podrá combinar en determinadas versiones y estará incluido de serie en el E400.
El cliente podrá elegir el tipo de rodadura que prefiera para su Clase E si opta por el tren de rodaje opcional ‘Direct Control’. Deberá escoger entonces entre una suspensión con la que prima la comodidad a bordo, entre otra con un corte más dinámico que reduce la altura de la carrocería en 15 milímetros, y entre la deportiva con amortiguación adaptativa que también está rebajada 15 mm.
Con 'Drive Pilot' y 'Active Lane Change' el Clase E es capaz de cambiar de carril de forma autónoma
Por otro lado, como no podía faltar en este modelo, existe la posibilidad de montar la suspensión neumática ‘Air Body Control’ con amortiguación adaptativa, regulable en los modos de conducción ‘Comfort’, ‘ECO’, ‘Sport’, ‘Sport+’ y otro personalizable.
Su estética sigue estrictamente la actual imagen de marca, calcando prácticamente el diseño de los Clase C y Clase S por todos los costados. Como es habitual, con el acabado ‘Exclusive’ la imagen se vuelve más elegante con una calandra de lamas horizontales cromadas y la estrella de la marca situada sobre el capó, mientras que en los menos clásicos ‘Avantgarde’ y ‘AMG Line’ el logo va incrustado en la parrilla. El ‘AMG Line’, además, consigue un aspecto más deportivo con parachoques específicos.
El interior es muy similar al del Clase S, y puede emplear, como él, dos grandes pantallas contiguas de 12,3 pulgadas si se opta por el sistema multimedia ‘Comand’. La de la izquierda hace las funciones de panel de instrumentación y la de la derecha muestra la interfaz del sistema de infoentretenimiento, que es controlado por el touchpad situado en el túnel central o por voz mediante el sistema ‘Linguatronic’. Como novedad, en los mandos situados en el volante se incluyen dos controles táctiles para el manejo de distintas funciones.
Como el exterior, en función del acabado elegido, el habitáculo también sufre cambios y los asientos tienen un diseño diferente, al igual que los revestimientos del salpicadero y las puertas. Un sistema de iluminación LED podrá, además, crear distintos ambientes para los ocupantes con 64 colores distintos de luz, y estos a su vez podrán disfrutar del sonido Surround 3D emitido por los 23 altavoces del equipo Burmester opcional.
En el apartado de seguridad no pueden faltar novedosos sistemas como el frenado asistido con función de tráfico cruzado o un asistente de maniobra evasiva, ni tampoco los cada vez más avanzados asistentes a la conducción como el que Mercedes estrena. El denominado ‘Drive Pilot’, que hace uso del control de crucero activo para mantener la distancia con el coche de delante y de seguirlo a velocidades de hasta 210 km/h, es también capaz junto con el ‘Active Lane Change’ de cambiar automáticamente de carril a velocidades de entre 80 y 180 km/h, siempre que en esa carretera sea posible y el tráfico lo permita, con sólo dejar puesto el intermitente durante dos segundos.