En el deporte siempre hay diversos factores que deciden al ganador. En el mundo del motociclismo, donde los pilotos alcanzan los 300 km/h y todo se mide en milésimas, las diferentes circunstancias para decantar al mejor piloto tienen una importancia superior al resto de deportes. En la competición sobre dos ruedas necesitas conducir una buena máquina, poseer un talento inaudito para ir rápido y tener suerte, mucha suerte, para poder acabar el año por encima de tus rivales.

Kenny Noyes, esta temporada, puede presumir de contar con los dos primeros factores: buena moto y talento. La Kawasaki es la mejor moto que hay en la parrilla de Superbike del certamen nacional. Ha estado en el podio en todas las pruebas, a excepción del último Gran Premio disputado en Albacete. Noyes ha demostrado a lo largo de su carrera que nació para ir en moto. Ha sido capaz de ganar carreras a nivel nacional y hacer una pole y terminar entre los cinco primeros en la jauría mundialista de Moto2. Este curso está siendo superior a todos sus rivales en la categoría reina del CEV. Sin embargo, el tercer factor lo ha abandonado. La mala fortuna ha impedido que tenga el título prácticamente en su poder a cuatro carreras del final.

Jerez, la primera visita

El CEV arrancaba el catedral del motociclismo moderno. Jerez era el encargado de abrir uno de los campeonatos más abiertos e impredecibles de los últimos años. Carmelo Morales partía como principal favorito, pero otros pilotos como Silva, Noyes o Barragán querían discutirle el trono nacional. Desde el primer día, el piloto estadounidense demostró que este era su año. El de Kawasaki consiguió una pole incontestable. Fue el único en rodar en 1:41 en el trazado andaluz.

Llegó el día de la carrera y todas las miradas estaban centradas en él. La Kawasaki número nueve partía como gran favorita. La salida no fue la esperada y Carmelo Morales soltó mejor el embrague para colocarse en primera posición. Noyes era segundo hasta llegar a Dry Sack. En la frenada más fuerte del circuito Dani Rivas lo tocó y se fue al suelo. En media vuelta habían acabado sus esperanzas de ganar. Una acción ajena a él le privó de luchar por la victoria. Primera visita de la mala fortuna, aunque no la última.

Podio de Jerez sin Noyes, que se fue al suelo tras un toque con Rivas | Foto: CEV Repsol.

Montmeló, esta vez la suerte sonríe

Noyes se desquitó de la mala suerte sufrida en Jerez con un imperial doblete en MotorLand. El piloto con pasaporte estadounidense, aunque criado en España, dio un auténtico recital en el segundo Gran Premio del año. Ganó las dos pruebas con una superioridad pasmosa y se colocó como líder del campeonato.

Llegó Montmeló y desde el primer día volvió a demostrar que estaba un paso por encima del resto. Hizo la tercera pole del año tras un nuevo recital. Rodó en 1:44.822 y fue el único capaz de bajar del 1:43. El día de la carrera todo quedó entre él y Carmelo Morales. Un duelo a dos durante las 16 de las 17 vueltas que duró la carrera. En la penúltima vuelta, en la zona del Estadio, Morales se fue al suelo y sirvió en bandeja el triunfo a Noyes. Tercero consecutivo para afianzarse en lo más alto de la general. Esta vez la suerte le sonrió.

Noyes y Morales protagonizaron el duelo de Montmeló. Ganó el 9 tras caída del 31 | Foto: CEV Repsol.

Albacete, doble ración de fatalidad

El circuito manchego era el encargado de recibir el campeonato español antes de las largas vacaciones de verano. En el clasificatorio, Kenny Noyes perdió la pole por primera vez en todo el año, aunque partió desde la segunda plaza. En los primeros compases ya lideraba la carrera. Hasta la vuelta tres. Con unos metros de ventaja sobre Ángel Rodríguez, el estadounidense negoció mal la chicane del trazado y se fuel al suelo cuando tenía el triunfo al alcance de la mano.

En la segunda manga intentó solventar el error de la primera carrera. Se formó un trío de cabeza con Silva, Rivas y él. Sin embargo, quedó demostrado que no era su fin de semana. Iván Silva apuró demasiado la frenada de la primera curva, tocó a Noyes y este se fue recto. Pudo volver a pista y terminar cuarto, pero se le escapó el doblete y perdió el liderato de la general. Doble visita de la diosa fortuna. Como ocurrió en Jerez, le dio la espalda.

Toque con Silva y sin posibilidad de victoria | Foto: CEV Repsol.

La suerte actúa, el campeonato queda abierto

Los tres factores decisivos para decidir el campeonato han actuado y han dejado la lucha por el campeonato más abierto que nunca. Cuatro pilotos en solo 12 puntos y cuatro pruebas por disputarse. Silva, Noyes, Pietri y Barragán se jugarán ser el rey de la categoría en Navarra, Algarve -por partida doble- y Valencia.

Sin la mala fortuna, título cerrado

Kenny Noyes tiene que estar maldiciendo el factor suerte. Lo ha visitado en cuatro ocasiones esta temporada y en tres de ellas ha sido para restarle puntos. Sin la mala fortuna como un factor decisorio, el estadounidense tendría el campeonato sentenciado. En Jerez, podría haber firmado sin problemas una segunda plaza, viendo el buen estado en el que estaba Carmelo Morales. En Albacete, el doblete era más que factible. En la primera manga ya había cogido ventaja y en la segunda tuvo el incidente con Silva, que posteriormente ganó la carrera. Podría haber conservado y firmar la segunda plaza viendo que el de BMW tenía hambre de victoria y él pensaba en la general.

En verde, los puntos de beneficio sin el factor suerte.

En rojo, los puntos que perderían sin el factor suerte.

Sin embargo todo son conjeturas. Cuando empieza el campeonato, un piloto tiene presente los tres factores que deciden títulos. El potencial de la moto y el suyo propio son algo que puede controlar, pero la suerte unas veces sonríe y otras desaparece. De ahora al final, Noyes sabe que tiene que dar el 100% de sí mismo, intentar ganar las cuatro carreras que restan y coronarse Campeón de España de la categoría de Superbike.