Carmelo Morales jamás olvidará lo que ha ocurrido este fin de semana en el Circuito de los Arcos en Navarra. El piloto catalán regresaba a la categoría de Superbikes después de haberse perdido la carrera de Montmeló, en la que se cayó y se lesionó, y las dos mangas que se disputaron antes del parón veraniego en el circuito de Albacete

Con la incertidumbre y la tristeza de no poder hacer lo que más le gusta, Morales ha regresado por la puerta más grande, venciendo con todos los merecimientos habidos y por haber. El sábado hizo la pole y el domingo triunfó de manera absoluta y sin ningún rival que pudiese aguarle el regreso: "Ayer sentí una emoción increíble y hemos rematado el fin de semana con una victoria. Quiero agradecer al equipo su apoyo en esta larga espera y también a mi familia, amigos y los aficionados, y en especial a mi chica, porque hemos sufrido mucho". 

Emotivas declaraciones del 31, que ponía a lo que él ha considerado "un fin de semana fantástico", comparables a cuando logró sus primeros títulos de campeón de España. Aunque no suene bien, parece que la lesión que sufrió en el Circuit de Catalunya le ha devuelto las ganas de luchar, de pelear por lo que quiere y de volver a ganar como nos tiene acostumbrados. 

"En cuanto a la carrera de hoy, no sentía que necesitara ganarla, lo que sí necesitaba era lo de ayer, era uno de mis retos desde que estaba retorciéndome de dolor en la curva del Circuito de Barcelona", afirmaba el vencedor de este fin de semana en Navarra. Morales está de vuelta, se siente competitivo y con ganas de dar guerra hasta el final, porque todavía tiene opciones de salir campeón de Superbikes.