Ángel Poyatos está viviendo una temporada que para nada había imaginado antes de empezar. Inscrito junto al equipo  MS Racing en un principio, pocos meses después el equipo de desintegraba y tanto él como su por aquel entonces compañero de equipo Pedro Rodríguez se quedaban sin moto.

Comenzó su particular periplo

En aquel momento empezó la lucha por encontrar un equipo con el que competir por el resto de la temporada ya que no poder hacerlo sería un golpe muy duro para él. Comenzó a buscar equipos y para Aragón, que era la siguiente carrera compitió junto al Team Ciatti donde terminó la primera manga en la octava posición y cayó en la segunda.

En ese momento, el 24 demostró que era un piloto consolidado en la categoría intermedia del FIM CEV Repsol y merecía una oportunidad para terminar la temporada por meritos propios. Volvió a menear hilos para correr la tercera cita del calendario, Montmeló y el H43 Team Talasur le brindó la oportunidad. Este fin de semana se presentó más complicado y terminó en la decimoséptima posición al manillar de una AJR.

Tras terminar se  volvía a encontrar en la misma situación que anteriormente, necesitaba una moto y esta vez el objetivo era encontrar un equipo que le asegurase terminar todo lo que quedaba de temporada, necesitaba la estabilidad perdida tras el inicio.

Su unión con el GRT Aspar Racing Team

Dos semanas separaban Montmeló de Albacete y en un tiempo récord Poyatos logró conseguir la plaza fija hasta final de temporada que venía buscando. La oportunidad llegó de la mano del GRT Aspar Racing Team que solo contaba en sus filas con Dakota Mamola. Llegaba ante él una gran oportunidad donde contaba con un gran equipo para seguir en línea ascendente y demostrar que era un piloto por el que apostar merecía la pena.

La primera oportunidad llegó en Albacete donde se estrenaba. Logró colocarse octavo en parrilla de salida y parecía que el proceso de adaptación había sido un abrir y cerrar de ojos pero, la mala suerte llegó en carrera donde se cayó debido al aceite en pista tras una caída cuando luchaba por las posiciones del podio e iba quinto. Por delante tenía todo el parón veraniego para recuperarse y trabajar duro para la última parte de campeonato.

2 meses de sequía ha tenido el FIM CEV Repsol este verano hasta que volvió a la acción en Navarra. Hace un mes de la cita donde el mallorquín logró sus dos mejores resultados esta temporada en su lucha por mantener la octava posición de la general con dos puntos de ventaja sobre su perseguidor, Federico Fuligni. El trabajo se vio recompensado y aunque su posición en parrilla le dejó con sabor agridulce, todo lo solucionó en las dos mangas disputadas.

En la primera terminó en la sexta posición  y en la segundo subió hasta la quinta posición confirmando que su unión con el GRT iba a dar grandes frutos. Falta un mes para la próxima cita de Portimao donde vivirá otra doble manga y luchará por mantener la octava posición en la general a falta de la última cita para cerrar el campeonato en Valencia.