Tito Rabat ha vuelto a encontrarse. Hoy, en el circuito de Mugello, sólo existían él y su moto. Ha tirado con ella como nunca  en esta temporada, conocedor de que Johann Zarco le arañaba la victoria en cada vuelta. Pero resistió y ahora, después del primer triunfo en lo que llevamos de mundial, vuelve a sonreír: "Estoy muy contento porque finalmente he logrado una victoria esta temporada, nos ha llevado mucho trabajo duro llegar a este punto, tanto por mi parte como por la del equipo".

Pero el trabajo para el barcelonés no es problema. Fue, junto al coraje, lo que le llevó a ser campeón del mundo y no se le ha olvidado. Después de encerrarse en la pista, rodando más que ninguno, hoy Rabat ha regresado: "En cada carrera hemos mejorado y ahora podemos ganar de nuevo, así que muchas gracias a mi equipo, que ha trabajado sin descanso para que volvamos a estar en lo más alto del podio".

El reencuentro con la victoria no fue fácil. No sólo por los problemas técnicos, sino también por un gran Johann Zarco incansable: "Ha sido dura porque he tenido algunos problemas con el neumático delantero en las últimas vueltas, pero sabía que tenía algo guardado para contener a Zarco hasta el final". Se confirma la estrategia de Tito Rabat, el trabajo duro, progresivo, ha dado sus frutos:  se coloca segundo en la clasificación general, a 31 puntos del francés y con el título en el blanco. Fin de semana redondo para enmarcar su Gran Premio 150