Dominique Aegerter está de enhorabuena. Y no es para menos. En el circuito de Mugello ha visto que puede ir rápido y jugar con los "grandes". Incluso llegó a liderar la carrera, brevemente, al comienzo de la misma. Hasta él se sorprendió, viniendo ya de hacer un buen resultado el sábado: "Algo decisivo ocurrió el sábado en la clasificación. Mi segunda posición fue una verdadera sorpresa para mí. Pero también supe que era capaz de rodar a un muy buen ritmo con mi nueva moto (Kalex)".

La carrera del suizo fue ejemplar, abriéndose hueco ya en las primeras vueltas. Con la caída de Thomas Luthi y la presión de Johann Zarco que le adelantaba para dar caza a Tito Rabat, Aegerter mantuvo el tipo a pesar del nerviosismo: "En la carrera, las primeras vueltas con Tom [Thomas Luthi] fueron perfectas. Cuando él se cayó yo ya estaba en la cabeza pero me puse nervioso porque no tenía ni idea de lo lejos que podía ir. ¿Cuánto debía de presionar? Rabat y Zarco eran demasiado fuertes para mí, pero el hecho de que fuese capaz de seguir a los líderes durante tanto tiempo es muy importante para mi confianza."

El tercer puesto de Aegerter es más que un podio, es un plus a su confianza que puede hacerle seguir sumando buenos resultados. Ritmo posee, faltándole quizás algo más de mente fría de cara a plantearse la carrera. Como él mismo reconoció, la concentración fue algo difícil de mantener en las vueltas finales: "Las últimas cinco vueltas fueron difíciles, me resultaba difícil mantenerme concentrado, tuve la sensación de que me faltaba potencia".

Para Dominique Aegerter este GP de Italia ha sabido a gloria. Los altibajos sufridos en este inicio de mundial quedan enterrados en Mugello. Con la motivación del trabajo bien hecho, sólo le quedó dar las gracias, al equipo y a todos aquellos que le empujaron a estar hoy arriba en el podio: "Me gustaría dar las gracias a todo el equipo y a los que siempre creyeron en mí y me ayudaron a pesar de un difícil comienzo de la temporada. Este podio es para ellos".