A Álex Márquez le ha tocado pagar ese peaje habitual para pilotos de Moto3 que suben a la siguiente categoría del Mundial. El paso a una moto de hasta 600cc y con pocas ayudas electrónicas no es nada sencillo y algunos 'cracks' como Pol Espargaró, Tito Rabat o Johann Zarco lo vivieron en sus propias carnes. La primera temporada en Moto2 es siempre complicada y sólo algunos elegidos pueden salir vivos de ello. De hecho, sólo tres han brillado en su debut: Marc Márquez, Maverick Viñales y Álex Rins.

Curiosamente Rins, batido por Márquez en su último año en Moto3, ha tomado las riendas y ha sido más hábil a la hora de adaptarse a su nueva montura. No debió ser sencillo de asimilar para el piloto de Cervera que, como vigente campeón de la categoría pequeña, fuese superado de forma tan clara por su coetáneo Rins, al que dejó atrás en 2014, año de la consecución de su primer y único título mundial hasta la fecha.

Arranque complicado de temporada

Ya se vio en pretemporada que el camino de Márquez con la Moto2 no sería ni mucho menos un camino de rosas. Problemas de puesta a punto lastraron su enorme potencial en los tests de febrero y marzo y, en consecuencia, en las primeras pruebas. El catalán, nada a gusto con su montura, no podía forzar todo lo que quería, y cuando lo hacía, se encontraba con el asfalto, como le ocurrió en Jerez, su única caída en carrera en lo que va de año.

Resultaba sorprendente pues Álex, que destaca por su gran envergadura (1'80 para un piloto de 19 años no está nada mal), era, para muchos, un piloto más apto para motos grandes que para Moto3, en la que finalmente brilló con luz propia. Pero le tocaba esperar. Y fue paciente. Porque su hora llegó en Brno, un circuito técnico como pocos y en el que el talento de los corredores sale a relucir en carrera.

Por primera vez en todo el año, salvando un aceptable fin de semana en Barcelona, Márquez no remaba a contra corriente desde el primer día. Clasificó bien, abriendo la tercera fila con una meritoria séptima plaza (no había pasado hasta entonces de la 12ª posición) y en carrera mantuvo el ritmo de los mejores durante toda la prueba. Es algo que ya había hecho en alguna ocasión, cuando las arrancadas le jugaban una mala pasada. Pero en la República Checa todo salió bien.

Con una gran salida se agarró a la rueda de los tres mejores pilotos de la categoría y, pese a que no pudo pelearles un puesto en el podio, Márquez acabó muy satisfecho la que fue, con diferencia, su mejor actuación como piloto de Moto2. "Ya dimos algún paso adelante en Indianápolis, y ahora que fuimos a Brno, uno de mis trazados favoritos, pudimos ponerlo todo en práctica", afirmaba un feliz Márquez tras la carrera.

¿Candidato al título en 2016?

"Sigo siendo un 'rookie' de la categoría", admite el catalán, que, no obstante, se muestra ambicioso: "Hemos evolucionado en estas últimas semanas y ahora queremos más". Y es que Brno pudo haber sido un antes y un después en la vida de Álex Márquez en Moto2. Este cuarto puesto y, sobre todo, estas sensaciones, compitiendo con los tres gallos de la cilindrada, pueden darle la confianza necesaria para aspirar al podioy, próximamente, a la victoria.

Con la más que probable salida de Zarco y Rabat de Moto2, con destino MotoGP, Márquez quedaría como uno de los candidatos al título en su segunda temporada en Moto2. Rins parte con una ventaja importante sobre él, y también hay otros pilotos con mayor recorrido en la categoría, como Folger o Luthi. Pero el desarrollo del pequeño de los Márquez puede ser meteórico en los próximos meses. Serán las últimas carreras de 2015 el mejor termómetro para medir las posibilidades de Álex en 2016.

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Sobre el autor
Rubén Gómez
Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona.