Tito Rabat se aupó al cajón más alto del podio en el Gran Premio de Italia, en Mugello, tras una emocionante carrera en la que pudo resistir el ritmo de Johann Zarco tras un tercer y un segundo puesto en las carreras anteriores.

El español hizo historia en suelo italiano al ganar la carrera siendo el vigente campeón de la categoría. A pesar de que este ha sido un año complicado para el catalán, tuvo momentos brillantes como este. Como todo el año, el campeón de 2014 tuvo una mala salida. Era tercero en salida y llegó a situarse séptimo.

Los suizos lideraron la carrera en el inicio. Aegerter primero y Luthi segundo. Como en Le Mans, el de Derendinger Interwetten quiso abrir huecos, pero acabó por los suelos. Rabat respondió, llegando a pasar a Aegerter y pasó a liderar la carrera, arrastrando a Zarco y Folger tras ellos.

A pesar de que el catalán llegó a tener una ventaja de 1,2 segundos, el ritmo del francés, a la postre campeón del mundo, en los últimos compases de la carrera. La diferencia se quedó en cuatro décimas de segundo, sin embargo, el de Estrella Galicia supo mantener el tipo para hacerse con la victoria.

Acababa así el dilema entre la nueva Kalex y las suspensiones Ohlins, que parecían no casar bien desde el inicio de temporada. Es digno de mención que durante esta época, defendiendo título y siendo el equipo con más apoyo de la marca suiza, Rabat no hiciera ni una sola crítica en público e intentara amoldarse a su nueva montura. La constancia y la paciencia, infinita, del barcelonés empezaban a dar sus frutos.

Luis Salom firmó el mejor resultado en su carrera, quinto, en una emocionante lucha con el belga Simeon y el toledano Julían Simón, que acabó séptimo. Dos posiciones más atrás acabó Axel Pons. El novato del año, Alex Rins, consiguió una discreta undécima plaza, justo por delante del pequeño de los Márquez. Ya fuera de los puntos se quedó Ricky Cardús, decimoséptimo.