Ésta temporada comenzó con una foto. Duele recordarla, pero es preciosa y única. En ella, se encuentran Luis Salom, los mecánicos de su equipo, su manager de confianza, su madre y una pizarra. En la pizarra ponía: "P2". Así dio el pistoletazo de salida El Mexicano, con un segundo puesto que sabía a gloria. En aquella foto, todo eran caras de felicidad y se podía ver a un equipo unido a la par que decidido por intentar hacer algo grande.​

Salom y su equipo celebrando el podio de Qatar I Foto: Luis Salom (Twitter)
Salom y su equipo celebrando el podio de Qatar I Foto: Luis Salom (Twitter)

Sin embargo esta bonita historia acabó con otra fotografía muy distinta. Sigue siendo una foto del equipo, pero esta vez está incompleto, faltan la madre y Luis Salom. Ya no hay caras de alegría, estas han sido sustituidas por gafas de sol y lágrimas. El mensaje de la pizarra ha cambiado y ya no se ve un "P2", se lee un claro y sonoro "Mexicano, always in our hearts". Escasos meses en los que la felicidad y brillo en los ojos cambió por un motivo de fuerza mayor, donde la más amarga de las pesadillas ocurrió haciendo lo que más le gustaba y tiñó de luto el mundo de motociclismo.

Salom y su equipo en el minuto de silencio I Foto: Zimbio
Salom y su equipo en el minuto de silencio I Foto: Zimbio

Dicen que alguien no muere mientras sea recordado. Pues bien Luis, tu vas a ser eterno, porque nadie te va a olvidar. El Mundial de MotoGP no olvida y tú no vas a ser una excepción. La sonrisa a cámara, tu pasión, tu amor por este deporte te han hecho grande. Es por eso que en cada circuito, en cada adelantamiento, en cada '39' que aparezca la afición te recordará. Salom el "Always in our hearts" es por algo y es que siempre, es siempre. 

Lo que la curva 12 se llevó

Como es bien sabido, en todas las familias se cuecen habas. En esta del motociclismo, se cuecen cuando aparece la temida desaparición encima de la moto. Lo que parecía ser una relación idílica entre el piloto y la moto, se truncó con la aparición de la muerte, que nunca avisa que va a llegar. Se respiraban momentos de tensión, el silencio estaba en todo el circuito, los pájaros no cantaban y las miradas de temor hablaban por si solas, mientras que se esperaba que el helicóptero alzase el vuelo. Miedo, esa palabra maldita, tabú y tachada en cualquier diccionario del mundo del motociclismo inundaba esta pequeña y gran familia del paddock.

Johann Zarco señalando al cielo en la curva 12 I Foto: Ajo Motorsport
Johann Zarco señalando al cielo en la curva 12 I Foto: Ajo Motorsport

Luis perdía la vida en la curva 12 del Gran Premio de Cataluña

Esa maldita curva 12 ha arrebatado mucho al Mundial de Moto2. Otro número, el 12, que tampoco será olvidado, aunque todos quieran hacerlo. Muchos piensan que no es el momento de acusar con el dedo a los culpables, de despotricar contra aquella escapatoria de asfalto. Ahora no, las heridas están abiertas y sangrando, pero sí que se debe mejorar la seguridad para todos los siguientes Grandes Premios. Curva 12, debes de saber que te has llevado a un grande, a un gran piloto y a una mejor persona. Curva 12, has quitado mucho, pero te resultará imposible quitarlo todo. No podrás quitar las firmas que te han puesto en honor a Luis, tampoco el beso que te dio Pol Espargaro o las marcas de rueda que te dejó Johann Zarco con el dedo al cielo. Te habrás llevado a Luis, pero nunca podrás quitar su sonrisa o sus adelantamientos. Maldita curva 12, maldito bache.

Mexicano, always in our hearts

La frase más repetida del fin de semana fue "siempre LS39". Nadie te conseguirá olvidar, las pegatinas quedarán pegadas para siempre en los carenados de las motos y en los cascos de los pilotos, tu recuerdo quedará para siempre en la mente de los fans de este deporte. Gracias Luis por todo el motociclismo que has dado, gracias por cada adelantamiento, por cada vuelta rápida, por cada victoria. Gracias por el año 2013 y por el podio de Qatar. Gracias y vuela alto, Luis.

Luis Salom en el año 2016 I Foto: Mugguelo
Luis Salom en el año 2016 I Foto: Mugguelo